Aumenta a 208 la cifra de periodistas exiliados de Nicaragua

El trabajo periodístico en Nicaragua es cuesta arriba debido a la dictadura y los comunicadores exiliados sobrepasan los 200, según informes independientes.

Un informe trimestral de la red regional Voces del Sur y la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia, (FLED), sobre violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua, destaca que 208 periodistas se han exiliado hasta la fecha por la represión y persecución de la dictadura.

De ellos, 23 se fueron del país en el trimestre abril-mayo-junio.

“Durante el segundo trimestre del año se emitieron un total de 15 alertas que se tradujeron a 18 casos de violaciones a la libertad de prensa. El 100% de agresiones fueron perpetradas en contra de personas naturales”, reporta el informe.

El total de casos documentados en el informe recayó entre 13 víctimas: 6 mujeres y 7 hombres.

La organización FLED asegura que conoció y documentó cuatro casos de asedio policial en casas de periodistas, pero las víctimas pidieron que las denuncias no se registraran en el presente informe, ni siquiera bajo la condición de anonimato.

“Eso refleja el nivel de temor que existe entre el gremio periodístico y población en general de denunciar las arbitrariedades de las que son víctimas. De los 4 casos que conocimos y documentamos, 2 son periodistas mujeres e igual número de periodistas varones”, consignan.

Reportan además que producto de la represión, los pocos medios locales que operan de manera independiente “han sido obligados a modificar o ajustar su programación”.

“En unos casos han adoptado un enfoque más comercial, y otros donde todavía -se presentan noticieros- evitan abordar temas del contexto sociopolítico, evaluación de políticas públicas, o en su defecto la denuncia de casos de violaciones a derechos humanos”, señalan.

El informe reporta que este contenido ha sido sustituido por noticias de sucesos, farándula, deportes, temas internacionales, efemérides culturales, temas religiosos e incluso por contenido “neutro” facilitado por el gobierno como la ejecución de proyectos de adoquinado, remodelación de parques entre otras temáticas similares.

FLED comprobó que en el trimestre reportado (abril-junio) “al menos 23 profesionales del periodismo se han visto obligados a exiliarse; como consecuencia del hostigamiento, amenazas de encarcelamiento y agresiones de las que eran víctimas en su mayoría por agentes policiales”.

Con esta cifra, según los registros de FLED, al menos 208 comunicadores entre periodistas y otros trabajadores de medios se han exiliado entre el año 2018 y el primer semestre del 2023, siendo Costa Rica el país donde más registran periodistas refugiados (112) seguido de Estados Unidos y España.

“Con el aumento desmedido de la violencia generalizada en contra de la prensa independiente en Nicaragua, lo que a su vez ha ocasionado el crecimiento del exilio forzado, FLED logró confirmar que en 3 de los 17 departamentos/regiones que conforman el país en la actualidad no existe práctica periodística independiente, un dato que para esta organización promotora de la de Libertad de Expresión, Prensa e Información, es catastrófico”, reportan.

De los periodistas que continúan ejerciendo la profesión dentro de Nicaragua, la mayoría lo hace desde la “clandestinidad”; otros han tenido que dedicarse a emprender en pequeños negocios y un número reducido sobrevive en medios radiales y televisivos en programas de “bajo perfil” o de poca audiencia.

El reporte indica que la judicialización de la práctica periodística en el país continúa y que uno de los nuevos patrones es la detención ilegal de periodistas, apertura de juicios exprés y luego la presentación diaria ante las delegaciones de policía de su localidad.

Según los testimonios de periodistas y otros ciudadanos el “Censo Nacional de Alfabetización” que actualmente implementa el régimen, tiene la finalidad de ejercer mayor control sobre la población nicaragüense.

Según denuncias recopiladas, las personas encargadas de este censo (militantes del FSLN, profesores) piden nombres y apellidos de todas las personas de las viviendas, además preguntan sobre el oficio al que se dedican.

“En algunos departamentos les piden las cédulas, toman fotografías y anotan los números de teléfono. En el caso de las familias de aquellos periodistas que se se encuentran exiliados, se han movido a otros departamentos del país en busca de seguridad, o en su defecto no están ejerciendo la práctica periodística, la insistencia de recopilar la información es mayor”.

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