Bernardo Arévalo anuncia que revocará decisión de Giammattei de brindarle seguridad a los exfuncionarios

La medida de asignarle guardaespaldas a los funcionarios salientes es irresponsable y absurda, dijo el presidente electo.

El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, dijo que revocará la decisión del actual presidente, Alejandro Giammattei, de utilizar recursos estatales para brindar seguridad a los funcionarios que dejarán sus cargos el 14 de enero, con la transición del Ejecutivo.

Arévalo, un progresista de 65 años, calificó esa medida de “absurda”.

“Son más de 80 vehículos y 700 personas de seguridad para un conjunto de funcionarios salientes, y hacer esto es absolutamente inviable”, le dijo el actual diputado a la agencia noticiosa Efe en una entrevista.

A finales de diciembre, el cuestionado Giammattei, ordenó que varios de sus funcionarios quedarán con guardaespaldas a pesar de que ya no tendrán cargos en el gobierno. Incluso, designó vehículos para “cuidarles” y todo sería pagado con fondos públicos.

Arévalo anunció que la primera acción que tomará el 14 de enero, cuando asuma la presidencia, será borrar esas decisiones irresponsables.

Presidente de Guatemala ordena que funcionarios tengan guardaespaldas del Estado cuando dejen sus cargos

“Para garantizar transparencia, tenemos que revocar algunos decretos irresponsables que realizó este Gobierno en sus últimos días de mandato”, explicó.

Según el político, quien ha insistido en autodefinirse como socialdemócrata, tomará el ejemplo de su padre, Juan José Arévalo, quien gobernó Guatemala de 1945 a 1951.
“El compromiso de realizar un servicio público con decencia y con el objetivo de generar cambios tangibles en las condiciones de vida de la población”, dijo.

Arévalo, quien resultó ser la revelación política de 2023 en Guatemala, pasó de tener solo un 2.8 % de preferencias en las encuestas a calificar para segunda vuelta y derrotar al final a Sandra Torres el 20 de agosto.

Pero ha tenido que soportar una persecución judicial orquestada por el Ministerio Público, que llegó a pedir la nulidad de las elecciones y ha tratado de deslegitimar el triunfo del político.

Esto provocó fuertes acusaciones no sólo de la sociedad guatemalteca, sino de gobiernos, como el de Estados Unidos y de organismos como la OEA, ONU y Unión Europea.

Los ataques terminaron fortaleciendo a Arévalo, quien ha prometido combatir frontalmente la corrupción.

Arévalo de León vivió el proceso de transición más polémico de la historia de Guatemala ya que desde el 12 de julio pasado, la Fiscalía ha intentado de diversas formas anular su victoria e incluso inició procesos penales para intentar evitar su asunción.

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