Estados Unidos prolongó por un año más el estatus de Nicaragua como “una amenaza inusual” a su seguridad, según una carta enviada el jueves por el presidente Joe Biden.
El mandatario estadounidense cita como justificación “la situación en Nicaragua, incluida la respuesta violenta del Gobierno de Nicaragua a las protestas que comenzaron el 18 de abril de 2018, y el continuo desmantelamiento y socavamiento sistemáticos de las instituciones democráticas y el estado de derecho por parte del régimen de Ortega-Murillo, su uso de la violencia indiscriminada y las tácticas represivas contra los civiles, así como su corrupción que conduce a la desestabilización de la economía de Nicaragua” que “continúa representando una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos”.
Por esa razón, según Biden, la emergencia nacional declarada el 27 de noviembre de 2018 debe continuar vigente más allá del 27 de noviembre de 2022.
“Por lo tanto, de conformidad con la sección 202(d) de la Ley de Emergencias Nacionales (50 U.S.C. 1622(d)), estoy continuando por 1 año la emergencia nacional declarada en el Decreto Ejecutivo 13851 respecto a la situación en Nicaragua”, dice la misiva.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha encarcelado a más de 200 opositores, incluyendo precandidatos presidenciales, líderes empresariales, sacerdotes y un obispo católico, periodistas y líderes campesinos.
Estados Unidos ha sancionado a docenas de funcionarios y colaboradores de Ortega y Murillo.