En una reunión celebrada en la Casa Blanca, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmaron su compromiso de cooperación en temas de seguridad y migración. Ambos mandatarios intercambiaron elogios ante la prensa y destacaron los esfuerzos conjuntos para combatir la delincuencia y el terrorismo.
“Es un honor contar con su presencia”, expresó Trump dirigiéndose a Bukele. “Creo que está haciendo un trabajo increíble por su país, y agradecemos trabajar con usted porque desea detener la delincuencia, y nosotros también”. El presidente estadounidense calificó a Bukele como “muy efectivo” y aseguró que los salvadoreños tienen un “presidente excepcional”. “Lo conozco bien, desde muy joven”, agregó.
Bukele, por su parte, respondió con disposición: “Estamos muy ansiosos por ayudar. Sabemos que tienen un problema de delincuencia, un problema de terrorismo con el que necesitan ayuda. Si podemos ayudar, lo haremos”. Durante el encuentro, el mandatario salvadoreño dejó una frase que llamó la atención de Trump: “Para liberar a 350 millones, tienes que encarcelar a algunos”, en alusión a la narrativa del expresidente sobre la inmigración y el crimen organizado. Trump, sorprendido, le preguntó si podía utilizar esa frase públicamente.
El Salvador’s President Nayib Bukele touts his country’s handling of crime and gangs during meet with Pres. Trump in the Oval Office.
“Sometimes they say that we imprison thousands. I like to say that we actually liberated millions,” Bukele says. https://t.co/rQqHD9TJaU pic.twitter.com/659YULBkMx
— ABC News (@ABC) April 14, 2025
En la conversación, también se abordó el rol de El Salvador como receptor de inmigrantes deportados desde Estados Unidos, incluyendo el uso del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la mega cárcel salvadoreña que ha captado atención internacional por su política de mano dura contra las pandillas.
La delegación salvadoreña estuvo conformada por el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro; la canciller Alexandra Hill Tinoco; el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy; la embajadora en Washington, Milena Mayorga; el director de Protocolo, Francisco Merino; y la secretaria de Comunicaciones, Sofía Medina. Por parte de Estados Unidos, participaron el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio.
Durante la conferencia, Bukele fue consultado por el caso de Kilmar Armando Abrego García, un inmigrante deportado por error a El Salvador, acusado por Estados Unidos de pertenecer a una pandilla. Bukele negó la posibilidad de retornarlo: “No tengo la facultad de devolverlo. ¿Cómo podría El Salvador regresarlo? ¿Contrabandeándolo? Claro que no lo vamos a hacer”, dijo. Además, calificó a Ábrego como “terrorista” y calificó la petición de Estados Unido como “absurda”.
La reunión cerró con muestras de buena voluntad entre ambos líderes y la intención de fortalecer los lazos bilaterales, especialmente en temas de seguridad y migración.