La dictadura de Nicaragua confirmó que ha planteado suspender las relaciones diplomáticas con el Estado Vaticano, luego que medios de comunicación locales publicaran que el régimen había roto vínculos con la Santa Sede.
En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, con fecha 12 de marzo de este año, se anuncia que el régimen Ortega-Murillo “precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”.
El anuncio del régimen ocurre después que el papa Francisco dijera que Daniel Ortega es desequilibrado y que comparara su régimen con el de Hitler.
El periódico digital Confidencial de Nicaragua fue el que confirmó la ruptura de relaciones.
De acuerdo a este medio, la representante del gobierno sandinista ante la Santa Sede comunicó verbalmente la decisión, señalando las declaraciones del Papa en una entrevista a Infobae.
En el comunicado de Relaciones Exteriores se señala a los medios que dieron la información de citar “fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica”.
Con esto, Daniel Ortega le pondría fin a una relación diplomática de por lo menos 115 años.
El régimen sandinista mantiene una campaña de ataques contra la Iglesia Católica y hasta ha condenado a prisión a sacerdotes, acusándolos de ser parte de un complot contra el gobierno. Incluso un obispo, Rolando Álvarez, está sentenciado a 26 años de prisión.
En Nicaragua, monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, está al frente de la misión diplomática vaticana, como encargado de negocios, pues desde marzo del año pasado Ortega expulsó al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag.