Estados Unidos mira a Honduras como un socio estratégico importante de Centroamérica, pero reconoce que para que este país salga adelante debe enfrentar sus “retos formidables”, como son la corrupción endémica, la debilidad de las instituciones públicas, la pobreza generalizada, la inseguridad alimentaria y los altos índices de violencia.
De acuerdo a la hoja informativa de relaciones bilaterales de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, del Departamento de Estado, el país centroamericano, además, debe luchar contra la violencia de género, la impunidad, la falta de respeto a los derechos humanos y por los pocos espacios de los que goza la sociedad civil.
Este menú de profundos problemas sociales es, según el informe, el detonante para la migración forzada, a la que muchos hondureños recurren y miran como destino a Estados Unidos. Y en su afán por buscar nuevas y mejores oportunidades, están dispuestos a aventurarse en el peligroso trayecto como migrantes irregulares.
Otro problema que es planteado como muy grave para Honduras es la presencia de organizaciones criminales internacionales, entre las que figuran los narcotraficantes, que se alimentan de los dilemas planteados anteriormente.
“La política estadounidense en Honduras se centra en abordar esos problemas”, dice el documento.
“Estados Unidos trabaja… para abordar problemas regionales que incluyen algunos como los que Honduras afronta en casa: la migración irregular y el desplazamiento forzoso, la lucha contra la corrupción, las redes criminales transnacionales, el narcotráfico, el blanqueo de dinero y la trata de personas”, agrega.
La política de migración
Según el informe, Estados Unidos tiene una estrategia para abordar las causas de la migración y es precisamente en lo que se enfocan por la vía diplomática y la ayuda que brindan.
“La estrategia para enfrentar las causas profundas se centra en un enfoque coordinado y basado en el lugar para abordar las causas subyacentes que empujan a los centroamericanos, incluidos muchos hondureños, a emigrar”, indica el reporte.
El objetivo, especifica, es infundir en los hondureños (por ende, en toda la región), que la esperanza de vida que desean puede ser encontrada en su mismo país.
Por eso, añade, es esfuerzo del gobierno de Estados Unidos es ayudar a Honduras a enfrentar la inseguridad y desigualdades económicas, combatir la corrupción, fortalecer la democracia y el estado de derecho, promover el respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa, contrarrestar y prevenir la violencia y las bandas de narcos y traficantes, además de combatir la violencia sexual y de género.
El objetivo estrategia colaborativa para la gestión de la migración (CMMS, por sus siglas en inglés) “es satisfacer las necesidades humanitarias urgentes, mejorar la protección internacional y la protección dentro de Honduras, promover programas de trabajo temporal, reforzar las vías legales para quienes deciden emigrar o son desplazados forzosamente de sus hogares en Centroamérica y fomentar prácticas humanas de gestión fronteriza”, explica la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
La CMMS incluye ocho líneas de acción para reforzar la gestión colaborativa de la migración en Norteamérica y Centroamérica, incluida Honduras:
- estabilizar las poblaciones con necesidades urgentes;
- expandir el acceso a la protección internacional;
- expandir el acceso a la protección en los países de origen;
- expandir los programas de migración de trabajadores en terceros países con protecciones laborales;
- asistir y reintegrar a las personas que regresan;
- fomentar la administración segura y humana de las fronteras;
- fortalecer la comunicación pública regional sobre migración; y
- expandir el acceso a las vías legales de protección y oportunidad en Estados Unidos.
Como parte del abordaje del problema, plantea que por medio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el gobierno estadounidense “trabaja para mejorar la prosperidad, la gobernabilidad democrática y la seguridad, de modo que los ciudadanos hondureños, especialmente los jóvenes, se sientan motivados para quedarse e invertir en su futuro en Honduras”.
De acuerdo al documento, todos los programas de la USAID promueven el arraigo en Honduras y apoya la reintegración de los migrantes que retornan al país.
Además, menciona que la Oficina Internacional de Asistencia Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés) del Departamento de Estado apoya la estrategia de las causas profundas reforzando la seguridad fronteriza mediante el uso de tecnología y aprovechando la experiencia interinstitucional del gobierno de Estados Unidos.
Todos los problemas sociales planteados fueron, de acuerdo al análisis, profundizados por la pandemia del covid-19, que comenzó a afectar directamente a Honduras desde el 9 de marzo de 2020.