Las relaciones económicas de Daniel Ortega con China han resultado “globos inflados” y el propio hermano del dictador nicaragüense admite que el régimen de Managua no ha recibido el apoyo esperado.
El 10 de diciembre de 2021, el dictador nicaragüense Daniel Ortega anunciaba con bombos y platillos que rompía relaciones con Taiwán y restablecía relaciones con la República Popular China.
“Es una revolución, encontrándose de nuevo con otra revolución”, dijo Ortega en un largo discurso en el que hizo el recuento histórico de su relación con China -con quien estableció relaciones en 1985- y luego su sucesora, Violeta Chamorro restableció con Taiwán en 1990.
Ortega rompía relaciones con Taiwán nuevamente luego que el gobierno de la isla reaccionara con suma discreción a las elecciones de noviembre de 2021 en las que el dictador nicaragüense se reeligió tras encarcelar a todos los candidatos opositores. Taiwán nunca felicitó a Ortega por su amañado triunfo.
Taiwán había sido uno de los donantes más importantes para Nicaragua hasta entonces.
La dictadura de Ortega anunció entonces que “se han abierto las vías de comunicación para estructurar todo tipo de proyectos de cooperación, comercio, inversión a partir de que se ha reconfirmado el respeto, el aprecio entre nuestros pueblos y gobiernos y se han restablecido las relaciones entre China”.
Pero tras la retórica nada más sucedió. Algunas donaciones sin importancia han llegado desde China y nada más.
Ortega además, buscaba la protección política de China, algo que no ha sucedido. Los chinos no han movido un solo dedo para defender al régimen de Managua en foros internacionales ante la condena internacional por sus violaciones de Derechos Humanos. En otras palabras, Ortega buscaba protección de China en una alineación política-ideológica de dos dictaduras autoritarias.
“En el papel, China ofrece un apoyo político, moral que representa una póliza de seguridad para proteger a los Ortega mientras se encuentran aislados de Europa y Estados Unidos por sus actos autoritarios y violaciones de derechos humanos en el país, pero hasta ahora este ejercicio de protección de los chinos no ha sido algo manifiesto”, dice el Dr. Evan Ellis, profesor del War College del Ejército de los Estados Unidos en una entrevista con Centroamerica360º.
Sin apoyo
No es el único que piensa así. El propio hermano de Ortega, el general retirado Humberto Ortega, reconoce que ni China ni Rusia apoyan al régimen de Managua como se necesita.
“Los aliados que tiene el gobierno de Nicaragua, China o Rusia, no están actualmente, aun cuando lo quisieran, en las posibilidades de desembolso y de apoyo que Nicaragua requiere”.
Humberto Ortega, en una entrevista con CNN en Español.
Ellis lo remata así de contundente: “Hasta ahora lo que China ha dado ha sido mucho menos que lo que Nicaragua ha perdido con Taiwán”.
El economista nicaragüense Enrique Sáenz, exiliado en Costa Rica y uno de los más de 300 opositores a los que la dictadura retiró su nacionalidad, dice que las afirmaciones de Ortega, de mantener relaciones económicas con China y Rusia “han sido globos inflados por Ortega para tratar de apaciguar el descontento de los seguidores que todavía le quedan y tratar de aumentar expectativas en sectores empresariales que todavía siguen aumentando expectativas con Ortega”.
“Se acabaron los tiempos en que con un maletín o con una transferencia se pasaban 100 o 200 millones de dólares como resultados de cooperación política”, sostuvo Sáenz.
Las promesas rotas
La promesa más evidente de cooperación de China Popular a la dictadura ha sido un proyecto de viviendas populares que se ejecutaría durante el 2022. Pero hasta ahora, no hay ni una palada de tierra moviéndose.
El plan esa para tres años y supuestamente beneficiaría a familias de 84 municipios de Nicaragua, según anunció Murillo en enero de 2022. Pero un año después, no hay una sola casa construida.
La firma del acuerdo formal con la Agencia de Desarrollo de Cooperación Internacional de China ocurrió en mayo 2022, por 400 millones de yuanes chinos, equivalentes a más de $ 60 millones en la primera fase de este programa.
Nada ha ocurrido.
Lo que sí perdió el régimen de Managua fue una serie de proyectos habitacionales que sí ejecutaba Taiwán. En una primera etapa que inició en 2014,Taiwán donó 30 millones de dólares a Nicaragua para el establecimiento de Ciudad Belén, un barrio a las afueras de Managua con 1.426 viviendas y capacidad para 10.000 habitantes.
“El apoyo que China ha dado al régimen de los Ortega ha sido limitado, ha ofrecido donar la construcción de casas populares de escala menor en Managua. Realmente hasta ahora no ha sido provechoso en términos económicos esta relación”.
Dr. Evan Ellis, del War College.
Ausente en la cooperación
No existe ningún registro en el presupuesto del estado nicaragüense sobre donativos presupuestarios chinos o desembolsos de cooperación o préstamos de la República Popular China. No hubo registro en 2022 y tampoco lo hay en 2023.
Lo que sí existe en el Presupuesto General de la República de 2023, en el renglón desembolsos de donaciones, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público incorporó para este año un gasto de 4.54 millones de córdobas, que sería un remanente de los últimos recursos que Taiwán donó para programas relacionados con la pandemia de covid-19, cooperación técnica y financiera y servicio de apoyo al diagnóstico.
Apoyando la represión policial
Lo que sí ha hecho China es donar equipo para la Policía Nacional -sancionada por Estados Unidos y la Unión Europea por violaciones a los derechos humanos- y ha firmado convenios para hacer causa común en la propaganda de medios estatales.
En noviembre pasado, la policía orteguista recibió un donativo de equipos y materiales para tropas de asalto y antimotines.
El donativo fue entregado por el embajador de China en Nicaragua, Chen Xi, quien dijo que “es para apoyar su buen desempeño de mantener la seguridad social y proteger al pueblo nicaragüense”.
El representante de China Popular calificó a la PN orteguista de “”muy competente y eficiente”.
Gonzalo Carrión, un reconocido defensor de Derechos Humanos, exiliado en Costa Rica, sostiene que ese donativo mostró como “países como China y Rusia solo pueden dar la colaboración que puede ser destacada es como afinar y fortalecer la represión”
“Quieren hacer bloques con China, Rusia e Irán, que no contribuyen al desarrollo de la humanidad. Son países regresivos, gobiernan sin derechos, son países similares a Ortega, que gobierno con el lema que su voluntad es la ley”, dijo Carrión a Centroamerica360º.
El líder opositor nicaragüense, Félix Maradiaga, uno de los 222 presos políticos desterrados de su país ha advertido que a Daniel Ortega hay que entenderlo en el marco de “un ecosistema de dictaduras” dominado por Rusia y China cuyo interés por Nicaragua no es otro que “su cercanía geográfica a Estados Unidos”.
Aceitando la maquinaria de propaganda
El otro apoyo evidente de China es el fortalecimiento de aparato propagandístico del régimen orteguista y para ello, los propios hijos de Ortega, Laureano y Daniel Edmundo han viajado recientemente a Pekín.
Daniel Edmundo Ortega Murillo pidió a China hacer un frente común para combatir lo que el régimen sandinista llama “noticias falsas” y “desinformación”, tras reunirse con el presidente del Grupo de Medios de China, Shen Haixiong, con el fin de repasar y reforzar los lazos de cooperación en materia de comunicación para combatir lo que ellos llaman “noticias falsas”.
El también director del oficialista Canal 4 hizo con Haixion “un repaso a los trabajos llevados a cabo hasta el día de hoy con éxito” entre ambos equipos y expresó “la firme voluntad de seguir colaborando para hacer frente común ante los retos en el área comunicacional, combatir las noticias falsas y la desinformación y acercar más a nuestros Pueblos a través del trabajo audiovisual”.
Haixiong, por su lado, expresó el firme deseo de continuar trabajando estrechamente con el aparato de propaganda sandinista al tiempo que envió sus saludos a los dictadores nicaragüenses.
Cautela con los Ortega
Para el Dr. Ellis, China tiene una cautela ante las acciones de los Ortega, especialmente de los problemas que ya China tiene en cuanto su relación con Rusia y otros actores.
China ve con recelo, según Ellis, que a los Ortega que después de llegar de nuevo al poder en 2007 les tomó 14 años volver con ellos y aprovechándose hasta la última gota la relación con taiwaneses antes de abandonarlos.
“No es sorpresa que los chinos no han tenido apuro en dar proyectos importantes y cosas que se han hablado antes como el gran Canal de Nicaragua, no hay ninguna evidencia en ese tipo de proyectos grandes ni del puerto de Brito, etc”, subraya Ellis, quien recuerda al famoso promotor del Canal, el empresario chino Wang Jing, que no ha aparecido públicamente desde que felicitó a Ortega en noviembre de 2021 .
Según Ellis, hasta ahora, a diferencia de su relación, con la Unión Soviética en la guerra fría, ”no hemos visto una relación ideológica con China”.
“Un nuevo amigo”
China se limita a la retórica. A llamar a Nicaragua “un nuevo amigo en América Latina y el Caribe y un buen socio en el avance de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y en la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad”, según palabras del consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi.
Wang recibió hace unas semanas a una delegación del Gobierno de Nicaragua, encabezado por el hijo del dictador, Laureano Ortega Murillo, quien llegó en busca de cooperación. Otra vez hubo firma de acuerdos que en el papel se llenan de palabras bonitas pero no establecen apoyos concretos.