La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha convertido a Nicaragua en el país más corrupto de Centroamérica y uno de los peores del mundo, según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024 publicado este martes por Transparencia Internacional.
Con una calificación de 14/100, el país centroamericano supera incluso a regímenes totalitarios como Corea del Norte y Sudán, posicionándose en el puesto 172 de los 180 países evaluados.
Nicaragua solo es superada en corrupción dentro del continente americano por Venezuela, en lo que supone un nuevo récord negativo para la nación gobernada por la familia Ortega Murillo desde 2007.
Caída libre bajo la dictadura Ortega-Murillo
El deterioro en los indicadores de transparencia en Nicaragua ha sido constante desde 2018, cuando la dictadura desató una ola de represión brutal contra las protestas sociales que dejó más de 350 muertos, miles de heridos y encarcelados, y llevó a una crisis de derechos humanos sin precedentes en el país.
Desde entonces, la corrupción se ha profundizado con confiscaciones masivas de propiedades, el cierre de más de 5.000 ONG, la apropiación ilegal de recursos del Estado y un entramado de impunidad que ha permitido a Ortega y Murillo mantenerse en el poder a través de fraudes electorales y represión sistemática.
En 2018, Nicaragua tenía una puntuación de 25/100, pero cayó rápidamente en los siguientes puestos:
En 2019: puesto 22. De 2020 a 2022 se sostuvo en ese lugar.
Bajo al puesto 17 en 2023 y cayó el año pasado al 14, su peor calificación en una década
El retroceso ha sido tan grave que Nicaragua ha logrado superar a Corea del Norte (15/100) en percepción de corrupción, un país gobernado con mano de hierro por Kim Jong-un y tradicionalmente ubicado entre los más corruptos del mundo.