Aplausos y críticas para Arévalo por pedir modificación de ley para destituir a fiscal guatemalteca

El anuncio del presidente Bernardo Arévalo de buscar mecanismos legales para deshacerse de Consuelo Porras ha motivado desde acompañamientos hasta recriminaciones. Los suyos dicen que es necesario el cambio, los otros que atenta contra la democracia.

Las reacciones políticas tras el anuncio del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, de solicitud de reforma de ley para destituir a la cuestionada fiscal general Consuelo Porras, van desde los aplausos hasta los señalamientos de populismo e intentos de dividir a un país y socavar la democracia.

El diputado Nery Rodas, de Cabal y vicepresidente del Congreso de la República, dijo no oponerse a la iniciativa, pero cuestionó la falta de propuestas.

“No escuché agenda legislativa para el desarrollo del país, sólo iniciativa para quitar la piedra del zapato. No estoy en contra”, escribió en su cuenta en X la misma noche del domingo, sólo minutos después del anuncio de Arévalo.

Santiago Palomo, de la Comisión Nacional Anticorrupción, en cambio dijo que el mandatario fue contundente y que “el desarrollo del país es obstaculizado por el clima de impunidad que promueve el Ministerio Público, que protege a una minoría corrupta”.

El exembajador de Estados Unidos en Guatemala, Stephen McFarland, incluso preguntó “¿quién va a gobernar Guatemala, su presidente electo por el pueblo o la fiscal escogida por (Alejandro) Giammattei (expresidente) para proteger el pacto de corruptos?”.

Alertó, además, que la “intransigencia de la fiscal llevará el país al caos”.

La diputada oficialista del suspendido Movimiento Semilla, Victoria Palala, planteó que “la pelota está en cancha del Congreso, debemos responder al clamor popular y adoptar la recuperación de una institución cooptada”.

Ante la negativa de Consuelo Porras, considerada antidemocrática y corrupta, a dejar su cargo a pesar de las peticiones de la presidencia, el mandatario pretende que se reforme la ley para poder destituirla.

Porras ha encabezado la persecución judicial contra actores electorales, incluido el mandatario. Ella, de 70 años, está en el cargo desde 2018 y fue reelecta en 2022 por Giammattei, también considerado agente corrupto.

Exit mobile version