Canciller de Guatemala destaca su compromiso con los derechos humanos al recibir a presos políticos nicaragüenses

El gobierno guatemalteco intervino en la liberación de 135 prisioneros nicaragüenses, a quienes acogió, por un gesto de hermandad y solidaridad, dijo el canciller.

El canciller de Guatemala, Carlos Ramiro Martínez, aseguró que la reciente acogida de más de un centenar de presos políticos nicaragüenses liberados por el régimen de Managua fue un gesto de “solidaridad y hermandad”, descartando cualquier motivación política.

“Lo hicimos por humanidad, no buscamos beneficios a cambio”, afirmó Martínez en una entrevista concedida al diario español *El País*.

El diplomático explicó que el gobierno guatemalteco, liderado por el presidente Bernardo Arévalo, aceptó de inmediato la propuesta de Estados Unidos para ofrecer refugio temporal a los opositores liberados, resaltando el compromiso del país con los derechos humanos y la democracia.

La liberación de 135 nicaragüenses, encarcelados por manifestar su rechazo al gobierno de Daniel Ortega, se dio tras semanas de negociaciones diplomáticas.

Nicaragüenses liberados por la dictadura a su llegada a Guatemala.

Según Martínez, Guatemala fue seleccionada como destino luego de una serie de conversaciones entre Estados Unidos y Nicaragua, destacando la importancia de la nación centroamericana en la región.

“Este acto refleja el verdadero significado de la democracia, no solo en términos de elecciones, sino en la creación de espacios de libertad y apertura”, añadió el canciller, subrayando la falta de estos valores en Nicaragua.

El gesto humanitario del gobierno guatemalteco ha sido elogiado internacionalmente, posicionando al país como un defensor clave de los derechos humanos en América Central y fortaleciendo su relación con Estados Unidos en un escenario regional cada vez más complicado.Por qué Guatemala?

La elección de Guatemala como destino para los presos políticos no fue al azar, sgún explicó Martínez.

La decisión fue fruto de una negociación previa entre Estados Unidos y Nicaragua, en la que se consideraron varios países antes de que Guatemala fuera el elegido.

Martínez enfatizó el compromiso del gobierno con la democracia y los derechos humanos:

El presidente Arévalo entendió perfectamente la situación y la necesidad de esta acción.

Además, Guatemala cuenta con programas de movilidad segura, facilitados por su colaboración con Estados Unidos, que permiten la entrada de ciudadanos centroamericanos en situaciones humanitarias especiales.

Este factor jugó un papel clave para acoger a los nicaragüenses, quienes ahora cuentan con un estatus migratorio humanitario que les permite permanecer en el país o eventualmente trasladarse a otros destinos

La operación ha marcado un hito en la política exterior de Guatemala, que, bajo el liderazgo de Arévalo y Martínez, ha demostrado su disposición a tomar un rol activo en la protección de los derechos fundamentales.

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