Coloridos desfiles para festejar aniversario de independencia en Centroamérica

Coloridos desfiles para festejar aniversario de independencia en Centroamérica

Desde la Ciudad de Guatemala hasta San José, en Costa Rica, los centroamericanos celebraron este 15 de septiembre el aniversario 202 de su independencia, con coloridas fiestas que incluyen desfiles de estudiantes y bandas musicales, que recorrieron calles y avenidas para recordar la gesta de hombres que, según la historia, desafiaron el orden establecido para independizar un puñado de países de España.

En Guatemala, donde los actos comienzan la tarde del 14 de septiembre, con la izada de una enorme bandera en una céntrica plaza, 130 bandas marcharon mostrando sus talentos musicales mientras los ciudadanos les aplaudían.

Los actos, que cada año cobra una importancia ciudadana muy importante, estuvieron marcados por la ausencia del presidente saliente, Alejandro Giammattei, por cuestiones de salud, pero en medio de una tormenta política desatada por el Ministerio Público, que persigue judicialmente a Movimiento Semilla, el partido cuyo miembro, Bernardo Arévalo, asumirá el ejecutivo en enero próximo.

Salvadoreños observan el desfile de independencia en San Salvador.

Se dice, en rumores de esos que generalmente terminan siendo verdad, que Giammattei prefirió ausentarse para evitar los abucheos de una ciudadanía que considera que él está detrás de la arremetida judicial en contra de su sucesor.

Pese a eso, Guatemala, tanto en su capital como en sus ciudades del interior, se tiñó de azul blanco reavivando el orgullo de ser chapín.

En El Salvador, en paralelo al desfile que incluye por tradición a miles de militares, la oposición marchó en rechazo a la reelección del presidente Nayib Bukele.

Sin embargo, a pesar de las protestas, que por momentos parecieran ser multitudinarias, el apoyo al mandatario se mantiene encumbrado y todo apunta que, a pesar de las interpretaciones de inconstitucionalidad, el gobernante será reelegido y el país se encamina a un partido unitario, pues de los 60 diputados que se elegirán, el oficialismo se quedaría con 58.

En Honduras, la presidenta Xiomara Castro, atorada en un laberinto político entre la pobreza, la huída de inversión extranjero y la confrontación directa con la empresa privada, fue aplaudida y abucheada durante los actos cívicos.

Desfile en el estadio Chelato Uclés, en Tegucigalpa, Honduras.

Por unos momentos, la gobernante conversó con la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, ante la presencia de Luis Redondo, presidente del Congreso Nacional y aliado del oficialismo.

Castro abogó por “un estado republicano, justo, socialista y democrático”.

En Nicaragua, el dictador Daniel Ortega no participó de los actos cívicos marcados por la represión que obligó a incluir la bandera sandinista junto a la nacional.

Ortega viajó a La Habana, Cuba, para una cumbre.

En Costa Rica, adolescentes y adultos se enfundaron los colores nacionales (rojo, azul y blanco) para demostrar su civismo en actividades populares.

Por ser un país carente de ejército, la actividad se vuelve netamente civil.

 

Exit mobile version