Devoción en Guatemala por el Cristo Negro

Millares de peregrinos comenzaron a llegar desde este sábado 14 de enero la Basílica de Esquipulas, en Guatemala, para revivir una de las tradiciones católicas que más creyentes atrae en Centroamérica, la visita al Cristo Negro.

Después de un par de años con aforo muy limitado, la iglesia reabrió sus puertas y los creyentes hicieron largas colas para poder ver la popular imagen de un Jesús crucificado y agradecerle por favores recibidos, pedirle bendiciones y cumplirle promesas.

La tradición, a pesar de la pandemia de covid-19, se mantiene viva y quedó demostrado, una vez más, que la feligresía cargada de fe está dispuesta a desafiar no solo la enfermedad, sino el sol y el cansancio con tal de pasar por un par de minutos frente al Cristo Negro.

La Policía Nacional Civil de Guatemala desplegó desde temprano a decenas de agentes para mantener el orden en los alrededores de la basílica.

Excursiones provenientes de El Salvador, Honduras y de otras zonas de Guatemala se sumaron a las procesiones y los peregrinos se abrían paso entre las muchas ventas instaladas en las afueras de la Basílica.

El 15 de enero es el día del Cristo Negro, pero las peregrinaciones comienzan antes. Esquipulas está a 222 kilómetros de la capital guatemalteca. También se le conoce como el Milagroso Señor de Esquipulas y es tan popular que hasta hay réplicas de la imagen en algunas ciudades de Estados Unidos con alta presencia de centroamericanos.

La imagen de Jesús crucificado está acompañada por la Virgen Dolorosa, María Magdalena y San Juan Apóstol.

Según la historia, ya desde el Siglo XVII ya se le veneraba al Señor de Esquipulas.

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