Dos conductores de La Prensa de Nicaragua fueron condenados a 10 años de cárcel por un juzgado de la dictadura Ortega-Murillo, tras ser encontrados culpables de los delitos de conspiración y por difundir “noticias falsas a través de medios de comunicación e información”.
Ambos fueron arrestados en mayo de 2012, cuando el régimen de Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa Rosario Murillo comenzaron a perseguir periodistas y empleados del periódico, el más importante de este país centroamericano.
El trabajo de los sentenciados era conducir los vehículos de la empresa editorial y llevar a periodistas y fotoperiodistas a las coberturas diarias que hacían.
La lectura de la sentencia de los dos empleados que no tenían incidencia en los contenidos que se publicaban apenas duró 20 minutos. Ellos están detenidos en la cárcel conocida como El Chipote, Managua, donde mantienen a los presos políticos de la dictadura.
La encargada de la sentencia fue la jueza Nadia Nadezhda Úbeda Obando, del Quinto Distrito de lo Penal de Audiencia de la capital, una de las escogidas por la dictadura para procesar a quienes acusan de “delitos” en contra del gobierno.
Uno de los sentenciados movilizó al equipo periodístico que cubrió la expulsión de unas religiosas; el otro no estuvo involucrado en esa misión editorial.