Dictadura intensifica represión contra la prensa en Nicaragua

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo arreció su campaña contra periodistas en este mes. Hay desapariciones forzadas de comunicadores y allanamientos a sus viviendas.

Policías orteguistas ocupan el diario La Prensa.

Durante julio, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha intensificado su campaña de represión contra la prensa independiente en Nicaragua. Esta ofensiva ha incluido 15 allanamientos de viviendas, amenazas de cárcel, control policial de los movimientos de periodistas, y desapariciones forzadas.

En la primera quincena del mes, se han registrado 15 allanamientos en viviendas de periodistas. Entre los afectados, tres comunicadores han desaparecido y al menos diez han sido encarcelados. Otros diez periodistas han optado por el exilio, buscando proteger su vida e integridad.

Las fuerzas de seguridad, actuando bajo órdenes de Murillo, han adoptado tácticas de intimidación.

Hombres vestidos de civil se presentan en las viviendas de los periodistas disfrazados de mensajeros, repartidores o cobradores. Este mes, en un operativo, la policía allanó la vivienda de un periodista jubilado, confiscando equipos informáticos, celulares y documentos familiares.

En otro incidente, dos policías vestidos de civil se hicieron pasar por cobradores de una casa comercial para entrar en la vivienda de un periodista exiliado.

Al ser rechazados, amenazaron con encarcelar a la familia si el periodista no se presentaba al día siguiente. Posteriormente, la vivienda fue allanada y se llevaron diversos bienes personales.

Organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado esta ola de represión. José Ulloa, de la organización Voces del Sur, señaló: “El régimen actual parece querer exterminar cualquier vestigio de prensa independiente en Nicaragua”.

Ulloa informó que, en las últimas tres semanas, han documentado 15 allanamientos en viviendas de periodistas, lo que ha resultado en más éxodo de comunicadores.

No quedan medios independientes en Nicaragua.

Las fuerzas represivas mantienen una política de persecución, amenazas, estigmatización, espionaje y control policial sobre decenas de periodistas.

La Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) ha documentado amenazas e intimidaciones también contra los familiares de periodistas, así como acciones de desprestigio y difamación.

Incluso periodistas oficialistas han sido blanco de la represión. Según denuncias anónimas, algunos de ellos colaboran activamente con las fuerzas de seguridad, reportando información para perjudicar a periodistas independientes.

Salvador Marenco, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, confirmó el desplazamiento forzado de varios periodistas y colaboradores de medios de comunicación.

En julio de 2024, una redacción completa de un medio digital se exilió, siguiendo el ejemplo de La Prensa en 2022.

Marenco subrayó la necesidad de seguir denunciando la persecución: “No podemos permitir que se normalice la criminalización, la tortura y la falta de información”. José Ulloa añadió que la documentación y denuncia de los casos sigue siendo crucial para responsabilizar al régimen por las violaciones de derechos humanos.

Se desconoce el paradero de los comunicadores Nohelia González Valdivia, Fabiola Tercero y Fernando Rayo.

González, exjefa de información del diario La Prensa, desapareció el 9 de julio tras ser detenida. Rayo, cronista deportivo del oficialista Canal 8, también está desaparecido junto con sus padres y Fabiola fue secuestrada el 12 de julio y se encuentra desaparecida.

La situación en Nicaragua continúa siendo crítica, con una represión sostenida contra la prensa y una creciente preocupación internacional por la libertad de expresión y los derechos humanos en el país.

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