El ministro de la Defensa de El Salvador, Francis Merino Mory, dijo que las autoridades tienen pendiente el arresto de unos 30,000 pandilleros más, como parte de la guerra antimaras que desarrolla el gobierno y para la cual mantiene vigente desde hace casi un año el régimen de excepción.
El funcionario dijo que hasta la fecha han detenido a 65,000 mareros y que estos tenían “algún nivel de jerarquía” dentro de las estructuras criminales. “Los de mayor jerarquía se expusieron menos y lo que han hecho unos es irse del país, lo que hemos hecho es ubicarlos y llevarlos ante la justicia. Obviamente el trabajo no es fácil, es difícil, al principio del régimen de excepción ellos se mostraban con orgullo… Ahora hemos visto cómo ellos están tratando de quitarse los tatuajes y esconderse de la autoridad”, dijo el ministro.
Desde finales de marzo del año pasado, cuando a petición del presidente Nayib Bukele la Asamblea Legislativa aprobó el régimen de excepción, el gobierno reporta semanalmente miles de arrestos de miembros de la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, las dos principales estructuras criminales en El Salvador.
El combate frontal a las maras, que por décadas han atemorizado a los ciudadanos con sus barbaries, ha tenido impacto positivo en la disminución de los índices de criminalidad, pero opositores y organismos de derechos humanos locales y extranjeros han cuestionado fuertemente la estrategia oficial, por considerar que esta abrió las puertas para la violación “casi sistemática” de las garantías de los ciudadanos.
Pese a las críticas y a reportes de reos torturados o de personas inocentes apresadas, la popularidad de la medida es elevada y el presidente Bukele tiene, según las encuestas, el respaldo de casi 9 de cada 10 salvadoreños.
La semana pasada el gobierno habilitó la megacárcel para “terroristas”, en la que pretende recluir 44,000 pandilleros apresados durante el régimen de excepción.