La agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reveló que la suspensión del programa de parole humanitario, que beneficiaba a nicaragüenses cubanos, haitianos y venezolanos, se debió a la detección de significativos fraudes en el proceso de solicitud.
Entre los engaños más comunes se identificó el uso de números de seguridad social de fallecidos, la inclusión de direcciones incorrectas —como almacenes y negocios— para eludir la entrega de la dirección de residencia real de los beneficiarios.
Además, se detectó el uso no autorizado de datos de personas que luego aparecían como “patrocinadores”.
Estas irregularidades llevaron al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a suspender, a partir de mediados de julio, la emisión de autorizaciones de viaje anticipadas para este programa.
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— Despacho 505 Nicaragua (@despacho505) August 15, 2024
Ante esta situación, las autoridades estadounidenses han iniciado una revisión exhaustiva de las solicitudes de patrocinadores, dado que es en este punto donde se han concentrado los fraudes detectados.
Según un portavoz del DHS, esta suspensión se realizó “por precaución” mientras se lleva a cabo la investigación.
Mientras tanto, la aprobación de nuevas solicitudes está detenido y se han suspendido autorizaciones de viajes previamente aprobadas.
En cuanto a las consecuencias para aquellos casos que resulten estar involucrados en fraude, los afectados podrían enfrentarse a severas sanciones.
El abogado de inmigración José Guerrero advirtió que los beneficiarios cuya libertad condicional esté vinculada a un fraude podrían perder su proceso, lo que podría culminar en la suspensión de sus permisos y su posible deportación.
Además, las personas que sean halladas culpables de participar en estos fraudes se enfrentan a penas que podrían alcanzar hasta los 10 años de prisión.
Guerrero aconsejó que quienes hayan solicitado ayuda para completar los formularios deben conservar los datos de contacto de quienes iniciaron el proceso y documentar cada paso con pruebas, como imágenes, para demostrar su inocencia en caso de ser investigados.
El impacto de estas medidas es significativo y deja en suspenso más de 200,000 solicitudes.
Hasta finales de julio, más de 520,000 personas de Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba se habían beneficiado del programa bajo la administración de Biden.
Desde su inicio el 5 de enero, un total de 109,000 cubanos, 205,000 haitianos, 90,000 nicaragüenses y 115,000 venezolanos ingresaron legalmente a los Estados Unidos y obtuvieron permiso humanitario, según cifras de la CBP.
Sin embargo, con la suspensión del programa, se espera una marcada disminución en las entradas para el mes de agosto.