El gobierno salvadoreño condenó las “gravísimas acciones” del personal del resguardo de migrantes de Ciudad Juárez, México, donde ocurrió un incendio y los ahí instalados fueron encerrados, provocando que 38 de estos murieran calcinados o por inhalación de humo.
Mientras tanto, migrantes en esa zona fronteriza con Estados Unidos, reclaman a las autoridades migratorias por las condiciones en que son mantenidos aquellos que de manera irregular tratan de llegar al norte y que son detenidos por las autoridades.
“A través de un video difundido en redes sociales, se ha conocido cómo los migrantes fueron dejados dentro de sus celdas, sin la más mínima consideración y sin ninguna posibilidad de ponerse a salvo”, dice el comunicado dado a conocer por el Ministerio de Relaciones Exteriores salvadoreño.
“Ante lo ocurrido, exigimos a las instancias pertinentes que investiguen a fondo lo sucedido y lleven a los responsables ante la justicia”, agrega.
Desde el martes, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo que los responsables directos de la tragedia ya habían sido presentados ante la Fiscalía General de México.
El gobierno salvadoreño explicó que “nuestra representación en dicha ciudad ha podido confirmar que hay 4 salvadoreños con lesiones graves, que están recibiendo atención médica en distintos centros asistenciales”.
Un listado dado a conocer por el Instituto Nacional de Migración mexicano da cuenta que en el albergue había 12 salvadoreños, 13 hondureños y 28 guatemaltecos, estos últimos todos fallecidos.
Inicialmente el gobierno mexicano dijo que los muertos en el siniestro fueron 39, luego subió la cifra a 40 y más tarde la rectificó y la dejó en 38. Sin embargo, los datos aún son confusos y no se tiene claro, además de los 28 guatemaltecos, de dónde era el resto de migrantes que murieron.