“En respuesta a las acusaciones de lavado de dinero, Puerta de la Montaña posee la documentación que demuestra que toda la financiación se ha gestionado adecuadamente. Puerta de la Montaña ha estado trabajando bajo el registro de ONG y las políticas del gobierno nicaragüense”, asegura la declaración.
En un comunicado, la policía orteguista informó que ha arrestado a 11 ciudadanos nicaragüenses y que investiga a tres estadounidenses miembros todos de la organización evangélica.
La organización Puerta de la Montaña celebró a inicios de noviembre una cruzada evangelística en Managua -denominada Buenas Nuevas Nicaragua- que contó con la presencia de la alcaldesa de Managua, Reyna Rueda y varios funcionarios de la dictadura Ortega-Murillo. El régimen incluso apoyó la cruzada con autobuses.
Según la Policía orteguista, los estadounidenses John Britton Hancock, presidente de “Puerta de la Montaña” y Jacob Britton Hancock, miembro de esta organización, llegaron al país en el año 2013, con el financiamiento del estadounidense Bruce Wagner, propietario de una compañía de aviación y dueño del ministerio evangelístico “Sacudiendo las Naciones” en Estados Unidos, “con la finalidad de ingresar dinero a nuestro país para la obtención de dinero, propiedades de bienes muebles e inmuebles y hacer negocios”.
La policía señala que John Britton Hancock contactó a los nicaragüenses Walner Omier Blandón Ochoa y Marisela de Fátima Mejía Ruiz, para registrar a la Organización Puertas de la Montaña en Nicaragua, designando como representante legal a Walner Omier Blandón Ochoa y a su esposa Marisela de Fatima Mejía Ruiz, como gerente financiera de “Puerta de la Montaña” en Nicaragua.
De ahí que el régimen detuvo el domingo 17 de diciembre a Walner Omier Blandón Ochoa, Marisela de Fátima Mejía Ruiz, José Luis Orozco Urrutia, Álvaro Daniel Escobar Caldera, Juan Carlos Chavarría Zapata, Marcos Sergio Hernández Jirón, Juan Luis Moncada, Orvin Alexis Moncada Castellano, Harry Lening Ríos Bravo, Manuel De Jesús Ríos Flores y César Facundo Burgalín Miranda.
Los 11 capturados fueron remitidos su enjuiciamiento y determinación de las responsabilidades penales.
La dictadura Ortega-Murillo ha perseguido ferozmente a la Iglesia Católica nicaragüense desde 2018 y el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, permanece en prisión desde agosto de 2022, además ha expulsado a docenas de sacerdotes y religiosas. Pero es la primera vez que la dictadura persigue a un grupo evangélico, usualmente aliados del régimen.