En un operativo que ha causado sorpresa dada la histórica baja tasa de incautaciones de drogas en Nicaragua en los últimos años, la Policía sandinista anunció la captura de un ciudadano guatemalteco con casi 100 kilos de cocaína.
El suceso ocurre en un país que, según informes de la DEA, registra las cifras más bajas de captura de narcóticos en Centroamérica, a la par de frecuentes y misteriosos hallazgos de grandes sumas de dinero en efectivo sin vinculaciones claras a detenciones relacionadas con el narcotráfico.
El detenido, identificado como Armando Waldemar Ochoa Bonilla, de 49 años, fue aprehendido en el puesto de Control Fronterizo El Espino, en el departamento de Madriz, transportando 96 kilos de cocaína ocultos en compartimentos artesanales de su vehículo.
El arresto tuvo lugar el pasado viernes 22 de marzo, pero no fue hasta este lunes que se hizo pública la noticia a través de medios afines al gobierno.
El comisionado general Victoriano Ruiz, jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, detalló que se encontraron 88 paquetes de cocaína escondidos en el furgón que conducía Ochoa Bonilla.
Los paquetes, envueltos en cinta adhesiva, fueron descubiertos gracias a una minuciosa inspección que reveló 11 compartimentos ocultos.
A pesar de los continuos hallazgos de “cargamentos” de dólares sin arrestos vinculados directamente al narcotráfico, esta incautación de drogas causa extrañeza por la opacidad de las autoridades nicaragüenses en su batalla contra el crimen organizado y el tráfico de sustancias ilícitas.