La SIP condena persecución contra periodistas centroamericanos

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó la persecución que sufren los periodistas en Centroamérica, donde han sido encarcelados, condenados y desterrados por compartir las realidades que viven las naciones de la región como Nicaragua, donde la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, han dado una persecución a los medios de comunicación, que han terminado con el cierre de medios de comunicación independientes, así como el encarcelamiento de periodistas.

“Quiero hablar, más bien, de la tangible tragedia que se avecina para nuestras democracias por no respetar las libertades de expresión y de prensa. El deterioro de estas libertades corroe el resto de los derechos humanos, debilita a las instituciones y mata la esperanza y los sueños de vivir en forma digna”, dijo el presidente de la SIP, Michael Greenspon, al inaugurar la reunión semestral de esta organización.

Greenspon mostró su preocupación por la libertad de prensa y la libertad de expresión que se vive en la región latinoamericana y el Caribe, donde las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua sobresalen, por el deterioro y la persecución inmesurable en contra de los periodistas y medios de comunicación. Para el representante estas dos libertadas “están decapitadas”.

El organismo reconoce que en estos tiempos se viven los peores momentos para las democracias en la región latinoamericana, y más en países totalitarios como los descritos y otras naciones que participan de elecciones democráticas, pero que también atentan contras las libertades, las cuales no son respetadas, sino perseguidas y silenciadas. Lo cual aporta al debilitamiento sociodemocratico y los derechos humanos. 

Para muestra de ello, basta con poner los ojos en países de la región, como Nicaragua, donde se denota un rostro de tragedia, dolor, silencio, odio e impunidad promovido por el régimen familiar Ortega y Murillo, donde se vive sin libertad de prensa y sin democracia. Donde hay ciudadanos presos por crítica al régimen, donde muchos periodistas han sido expulsados o han decidido ir al exilio para evitar ser víctima de la política dictatorial.  

“El régimen (de Daniel Ortega) desterró en febrero a 222 presos políticos, entre ellos varios periodistas independientes (…) y les quitó su nacionalidad como si la patria pudiera ser extirpada”.

Michael Greenspon, presidente de la SIP
Periodistas guatemaltecos en una protesta contra la persecución gubernamental.

El Salvador y Guatemala

Asimismo, la SIP señala las vicisitudes que viven países como El Salvador y Guatemala, que son gobiernos electos democráticamente, pero que tienen vacíos respecto a la libertad de expresión y de prensa. 

“Muchos (periodistas) también se fueron de El Salvador por la persecución del gobierno, incluso un medio digital, El Faro, cansado de la arbitrariedad del gobierno prefirió trasladar sus oficinas a Costa Rica, país que también dio cobijo a medios y periodistas nicaragüenses y, por ello, agradecemos a su gobierno”, dijo el presidente de la SIP.

Greenspon recordó que “En Guatemala tenemos a otro periodista y director de la SIP preso”. 

“En diciembre encabecé una misión a ese país para visitar a José Rubén Zamora. Estuvimos en la cárcel y presenciamos un proceso que no aparenta ser transparente. Reclamamos debido proceso. Semanas después, el Ministerio Público nos respondió abriendo investigaciones contra periodistas y columnistas de elPeriódico, como el ex presidente de la SIP, Gonzalo Marroquín, por opinar críticamente sobre el caso Zamora”, compartió el presidente de la SIP.

“El deterioro de estas libertades corroe el resto de los derechos humanos, debilita a las instituciones y mata la esperanza y los sueños de vivir en forma digna”

Michael Greenspon, presidente de la SIP.

Asimismo, lamentó que los gobiernos espíen a periodistas que realizan su labor, pero que no gusta al sector político que goza del poder, lo cual la SIP lo entiende como algo muy negativo, como sucedió en El Salvador a través de Pegassus.

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