Lo que comenzó como un reclamo nacional por el infernal tráfico vehicular en las principales ciudades de Costa Rica, ha girado a un despido controversial y el supuesto exilio de un ministro costarricense.
Luis Amador, el exministro del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) de Costa Rica, abandonó el país este 15 de marzo, en lo que describió como un “exilio voluntario” tras ser destituido abruptamente por el presidente Rodrigo Chaves por sospechas de corrupción.
Amador fue grabado por cámaras en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría esta mañana, con destino presunto a Canadá, según informes de televisoras locales.
El pasado 12 de marzo, en una transmisión televisiva, el presidente Chaves anunció el despido de Amador bajo sospechas de corrupción en la adjudicación de un contrato millonario a una empresa privada.
Semanas antes, Chaves había expuesto a Amador en el ojo de la opinión pública como el responsable de los enormes atrasos en el tráfico vehicular que desde febrero sufren las principales de Costa Rica, por las lentas reparaciones de vías, puentes y otros trabajos de infraestructura.
Esta salida ocurre en un momento de alta rotación de funcionarios públicos en el país y sigue a la destitución de Amador, quien enfrenta acusaciones sobre su involucramiento en irregularidades en una licitación para la reparación de la pista del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber.
El exministro ha negado todas las acusaciones, argumentando que su papel en el proceso de licitación fue mínimo y acusando a factores políticos de estar detrás de su despido.
La partida de Amador al extranjero se produce poco después de que anunciara su decisión de irse a un exilio voluntario “donde los tentáculos del mal” no puedan alcanzarlo, en un video que sugiere no tiene intenciones de regresar a Costa Rica hasta 2026, cuando el actual presidente salga del cargo.
El Ministerio Público ha confirmado que desde enero está investigando a Amador por presuntas irregularidades en el contrato otorgado a la Constructora MECO para obras en la pista de aterrizaje, lo que ha llevado a varios legisladores a acusarlo como prófugo de la justicia.
Diputados de varias fracciones políticas han expresado su descontento con la decisión de Amador de abandonar el país, instándolo a asumir responsabilidad y enfrentar las investigaciones.
Francisco Nicolás, un diputado, criticó la falta de responsabilidad de Amador, mientras que Gilberto Campos, otro legislador, señaló el acto como un intento de huida y cuestionó quién podría ser “la cabeza de ese pulpo” de corrupción al que Amador se refiere.
La situación pone de relieve la creciente tensión en Costa Rica sobre la corrupción y la gobernabilidad, en un momento en que el país busca mantener la integridad de sus instituciones públicas.