El presidente Bernardo Arévalo y la Comisión Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos (Copadeh) ofrecieron disculpas públicas, a nombre del Estado, a Osmín Ricardo Tobar Ramírez y sus padres biológicos, por el caso de adopción ilegal, junto a su hermano, un problema que por años ha sido grave en esta nación.
“Nos lastima en la historia que la separación de niños, niñas y adolescentes de sus familias haya sido consentida por el Estado”, dijo Arévalo.
“Osmin Ricardo Tobar Ramírez, Flor de María Ramírez Escobar y Gustavo Tobar Fajardo, como Presidente Constitucional de la República de Guatemala, en nombre del Estado, les pido una disculpa pública por los hechos sucedidos a ustedes”, agregó.
El Gobierno de Guatemala extiende una disculpa pública a Osmin Tobar Rodríguez y sus padres biológicos, quienes fueron víctimas de adopciones ilegales en el país. El presidente @BArevalodeLeon reconoció sus esfuerzos para encontrar justicia y reafirmó el compromiso para prevenir… pic.twitter.com/ttDNWR7SzA
— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) July 12, 2024
Este caso es uno de tantos. En 1997 Osmín, cuyo nombre reconocido es Ricardo William Borz, y su hermano Jeffrey Rainiery Arias Ramírez, entonces de 7 y 2 años, respectivamente, fueron separados de su familia en Guatemala y enviados en adopción a Estados Unidos a través de procedimientos irregulares.
Esta separación se basó en una denuncia de supuesto abandono que nunca se comprobó.
“Osmín, tu valor y tu lucha constante les dan una lección al Estado y a la sociedad para que tomemos acciones que garanticen que lo hecho a ti y a tu hermano no se repita. Doña Flor y Don Gustavo, sus vidas sin duda han quedado marcadas, pero reciban hoy el abrazo de todo un pueblo, representado por sus autoridades, que les extienden una muestra de humanidad”.
Los esfuerzos de la madre, quien recurrió a la justicia, por evitar su separación fueron infructuosos, pues una jueza decidió quitarle la patria potestad, y a los hermanos los dieron en adopción de manera irregular, sin que le informaran al padre de uno de ellos.
En Guatemala, las adopciones ilegales han sido un problema significativo durante años. Este problema se caracteriza por la falsificación de documentos, la coacción de padres biológicos para renunciar a sus hijos, y la participación de intermediarios y abogados corruptos.
Durante las décadas de 1990 y 2000, Guatemala fue uno de los países con mayor número de adopciones internacionales. Sin embargo, muchas de estas adopciones estaban plagadas de irregularidades y corrupción.
Existían redes de intermediarios y abogados que se beneficiaban económicamente al facilitar adopciones ilegales. Estos individuos a menudo falsificaban documentos y engañaban a los padres biológicos.