El general Julio César Avilés, jefe del Ejército de Nicaragua, emprendió un discurso de odio contra los medios de comunicación independientes a los que calificó de “vividores y mercenarios de la información”, en el acto por el 44 aniversario de la institución militar, realizado en Managua la noche del 4 de septiembre.
Visiblemente furioso por publicaciones periodísticas que cuestionan el respaldo del cuerpo castrense a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el jefe militar acusó a los medios de pedir sanciones contra la institución de origen sandinista.
“A estos vividores y mercenarios de la información, financiados por los intereses extranjeros, le decimos que sus mentiras y calumnias jamás nos van a descohesionar, jamás nos van a dividir y que jamás confundirán a nuestro pueblo, porque nuestro pueblo mira diario lo que hacemos para serviles”, dijo Avilés con la voz quebrada.
#LoÚltimoLCCS | 🇳🇮 el Jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés reafirmo su lealtad a la dictadura, calificando a los periodistas como "mercenarios", y se comprometió públicamente a que nunca intentará derrocar el régimen de Daniel Ortega. pic.twitter.com/ZXju3Ysj0I
— Natan Vaquiz (@NatanVaquiz) September 5, 2023
Según el militar, quien al igual que Ortega lleva 3 periodos consecutivos al frente del Ejército, las críticas contra la institución buscan que la guardia aseste un golpe de Estado contra la dictadura asentada en Nicaragua desde 2007.
Sancionado en 2020 por permitir que paramilitares y fanáticos masacraran las protestas sociales de 2018, Avilés rechazó las sanciones en contra de la dictadura y el cuerpo castrense.
“Estos vividores y mercenarios de la información constantemente claman por más agresiones, mal llamadas sanciones en contra de la patria y nuestra institución”, se quejó.
“Según ellos piden más agresiones contra la institución para que reaccionemos. ¿Reaccionemos a qué? A dar un golpe de estado al gobierno legítimamente constituido como han pretendido desde 2018. Ante esas pretensiones nuestra respuesta es: ¡Jamás lo haremos!”, gritó Avilés mientras Ortega y Murillo lo aplaudían.
El régimen de Ortega y Murillo acumula sanciones contra la familia dictatorial, contra miembros del Ejército, contra funcionarios de todas las instancias públicas y contra todos los miembros de los poderes del Estado, por violación a los derechos humanos, corrupción y lavado de dinero.