El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, sostiene su decisión de no enviar un embajador a Nicaragua, sumida en una crisis política provocada por el dictador Daniel Ortega y donde los atropellos a los derechos humanos ha provocado un incremento de la migración.
“Vamos a mantener nuestra posición de no mantener embajador en Nicaragua”,
presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, en entrevista a agencia noticiosa Efe.
El gobernante costarricense, quien este lunes 8 de mayo cumple un año al frente del Ejecutivo, ha sido un fuerte crítico del régimen nicaragüense encabezado por Daniel Ortega y su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo.
La misma decisión se mantiene para con Venezuela, otro país sometido a dictadura.
Aunque a inicios de su gestión (2022-2026) tuvo intentos de acercamiento con Nicaragua, desistió de la idea debido a los múltiples atropellos cometidos por Ortega y la falta de transparencia electoral en ese país.
“Con Nicaragua tenemos una relación de pueblos hermanos; con el Gobierno de Nicaragua, en el marco de las organizaciones internacionales, hemos dicho que protestamos, que no estamos de acuerdo con el tratamiento de la prensa, con el tratamiento de candidatos políticos que se convirtieron en presos políticos; con la creación de cientos de ciudadanos apátridas a quienes se les quitaron sus derechos, su existencia civil; su cédula y pasaporte no existen”, dijo el presidente.
“Preocupa el hecho de que haya bases militares y colaboración militar con Rusia (en Nicaragua)”.
En Costa Rica viven 607,000 extranjeros de los cuales el 60% son de Nicaragua. Desde que estalló la crisis en ese país, las autoridades ticas reportan haber recibido 240,000 solicitudes de refugio y el 92% son de nicaragüenses.