El directorio ejecutivo del Banco Mundial aprobó este viernes un crédito de $350 millones a Costa Rica para implementar infraestructura y servicios resilientes al cambio climático y desastres naturales.
La operación incorpora financiamiento para la reconstrucción de infraestructura gris y verde dañada en eventos extremos ocurridos en los últimos años, como el huracán Eta de 2020 y la tormenta tropical Bonnie en 2022.
Además se incorpora gestión de riesgos e infraestructura crítica para evitar las inundaciones y construcción de puentes. De igual manera, el programa inyecta financiamiento para que las autoridades costarricenses creen refugios de emergencia multipropósitos y un plan de respuesta a los desastres.
Nogui Acosta Jaén, ministro de Hacienda, reconoció que Costa Rica se encuentra expuesta a los fenómenos climáticos extremos, que a menudo generan pérdidas económicas y humanas.
Por lo tanto, este proyecto está “alineado con la estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático del país y vendrá a apoyar nuestra prioridad de invertir en infraestructuras y servicios resilientes, para proteger a las personas que viven en las zonas más vulnerables”, indicó.
La operación es parte del Fondo de Preparación de Proyectos (FPP), anunciado en diciembre de 2023 por el gobierno costarricense que cuenta con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este FPP está estructurado para que el país centroamericano acceda a financiamiento y asistencia técnica que le permita construir infraestructura resistente al cambio climático.
Según el multilateral, con sede en Washington, el proyecto beneficiará a dos millones de costarricenses, un 40 % de la población.