La dictadura de Nicaragua le entrega todo a China y sin transparencia, advierten analistas

Los Ortega-Murillo propagandizan las nuevas promesas chinas, analistas advierten incrédulos sobre falta de transparencia y el montón de cuentos anteriores.

La dictadura de Nicaragua está entregando todas las concesiones de infraestructura a empresas chinas como CAMC.

Una vez más, el régimen de Nicaragua anuncia proyectos chinos al estilo del Gran Canal. Obras monumentales. Infraestructuras faraónicas e inversiones espectaculares: desde trenes balas que conectan ciudades, hasta aeropuertos y canales secos interoceánicos. La cartera de promesas en Nicaragua, de la mano de China, vuelve a ser generosa en teoría y propaganda.

No es la primera vez que los sueños se convierten en noticias: ya antes la dictadura de Nicaragua, enquistada en el poder a fuerza y sangre desde 2007, ha prometido megaobras: puertos de agua profunda, hidroeléctricas de generaciones millonarias, canales interoceánicos que serían la envidia del mundo, satélites globales y centros de investigaciones aeroespaciales.

Sin embargo, Ortega y Murillo, ahora sí, prometen que algo quedará en obras y desde la firma del acelerado y oscuro Tratado de Libre Comercio con China, envían parientes y funcionarios a firmar acuerdos y anunciar proyectos.

El más nuevo de todos esos anuncios, es un conjunto de obras que en papel se ven monstruosas para la economía del segundo país más pobre de América.

Veamos:

El régimen manda una delegación de leales funcionarios, sancionados por corrupción y violación de derechos humanos la mayoría, al tercer Foro de la Franja y la Ruta de China, en Beijing.

“Presidido por el presidente camarada Xi Jinping”, se ufanan los dictadores.

Los enviados son el sancionado general Oscar Mojica, ministro de Infraestructuras y Transporte; Tania Díaz, viceministra del MTI, hija del sancionado jefe de la policía Francisco Díaz; Amaru Ramírez, viceministro del MTI, sombra y alfil del sancionado operador político Fidel Moreno; y Michael Campbell, embajador de Nicaragua en China y pariente del sancionado por corrupción magistrado electoral Lumberto Campbell.

Ellos, según las noticias oficialistas, firmarán los acuerdos del proyecto chino que, de acuerdo a la propaganda, promueve la conectividad logística entre los países del mundo y los proyectos “de desarrollo integral” de China.

Rosario de promesas chinas

Los proyectos firmados serán:

  1. Contrato de reconstrucción del aeropuerto internacional Punta Huete “PANCHITO”, con la Empresa estatal china CAMCE Engineering.
  2. Memorándum con la empresa estatal china (del partido comunista) CCECC para la construcción del ferrocarril Managua-Masaya- Granada y la “formulación” del Plan Maestro Ferroviario Managua-Corinto-Bluefields (una ruta denominada en la propaganda como Canal Seco Interoceánico).
  3. Acuerdo de cooperación con la empresa estatal china CCCCI, para los proyectos viales “Ampliación de la carretera Guanacaste-Nandaime-Rivas y la Ampliación de la carretera Rivas-Sapoa”.
  4. Acuerdo Marco para el proyecto de carretera litoral Costanera Fase II con la empresa estatal china CSCEC.
  5. Memorando de entendimiento para los proyectos hidroeléctricos Mojolka y Tumarín con la empresa estatal china HUADIAN OVERSEAS INVESTMENT.
Rosario Murillo, vicedictadora de NIcaragua.

La felicidad de la vicedictadora Murillo

Por supuesto que, en sus monólogos a través de los medios de propaganda de su familia, la vicepresidenta impuesta por los fraudes electorales de Nicaragua, Rosario Murillo, ha dejado un rato sus discursos de odio para agitar sus promesas de desarrollo.

Feliz y festiva, anuncia las obras y augura “victorias” bajo su prolongado régimen.

Pocas cosas claras sobre China

Desde afuera, las voces analíticas que dan seguimiento a las promesas y acciones chinas, observan con escepticismo las nuevas ofertas asiáticas.

Uno de ellos es el Dr. Evan Ellis, profesor de Investigación sobre América Latina, especializado en la relación de China con América Latina, en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de los Estados Unidos.

Para él, lo único claro es la firma de acuerdos específicos que podrían alentar mucho la participación de las empresas chinas en proyectos de infraestructura en Nicaragua.

Sin embargo, detrás de esos anuncios alentadores, no se aclaran gran parte de las actividades financieras claves como las condiciones del crédito y los beneficios fiscales al país que deberían aportar los bancos chinos y las empresas de construcción china.

“Podrían o quizás no podrían ser rentables económicamente, en cuanto a ser préstamos duraderos, proyectos de calidad o los beneficios financieros para el país… los datos que no tenemos sobre las condiciones de finanzas (de los créditos) y la cantidad de gente nicaragüense que sería empleada”, advierte Ellis.

Él observa que, al no conocerse los detalles de los contratos, se desconocen los costos y condiciones de los préstamos asumidos como deuda por el Estado de Nicaragua y “si realmente la cantidad de dinero que se pagará a los chinos sería consistente con la calidad de las obras”.

Y aquí pone de ejemplo un caso: recordar la manera en que China anunció como un gran regalo la construcción de la ruta 32 en Costa Rica, pero que realmente no fue un proyecto competitivo y terminó en disputas legales.

En 2014, Ortega anunció una faraónica obra de un canal interoceánico en Nicaragua, financiado por empresarios chinos. La obra nunca se concretó.

Viejos antecedentes de arribismo chino

“Ya antes lo hemos visto con el proyecto del canal de Nicaragua, un patrón de cosas poco transparentes, igual que en otros países populistas y autoritarios como Nicaragua, donde los chinos utilizan maniobras no transparentes donde ellos hasta importan su propia comida, dejando beneficios muy limitados a los países y trabajadores locales”, señaló el Dr. Ellis.

Conforme al comportamiento de China, con otros países con los que ha firmado contratos y desarrollado obras, usualmente son los pueblos los menos beneficiados en la balanza y quedan estancados con enormes deudas que terminan beneficiando más a las empresas chinas y sus bancos, con grandes impactos medioambientales, sin estudios propios, carentes de calidad y con signos de corrupción pública y privada.

“Parece que hay ciertos regalos, como los buses de bajo costo, suponiendo que sean donados o con créditos favorables, igual que las viviendas económicas, pero también por falta de transparencia no es posible saber qué tanto benefician al pueblo de Nicaragua”, dice Ellis.

Su análisis es que los patrones de corrupción de China con otros países pobres y dependientes de cooperación como Nicaragua, sumado a la falta de transparencia y al desconocimiento de los acuerdos de los tratados de libre comercio, aprobados en tiempo récord, no permiten darle el beneficio de la duda a los proyectos firmados con China.

Difícil creerles ante falta de transparencia

“Es difícil creer que estos acuerdos protejan a los trabajadores y empresas nicaragüenses”, dijo, y más bien cree que las negociaciones le permiten a China a ingresar al mercado nicaragüense en condiciones de ventaja en comparación a lo que Nicaragua podría obtener del mercado chino.

“En los artículos (de propaganda) Rosario Murillo y Daniel Ortega suenan como que están en grandes vacaciones en China enviando tarjetas postales al pueblo nicaragüense”, dijo.

Los Ortega han buscado en China protección política y dinero.

Ortega busca protección y dinero

A nivel más interno, el analista político Eliseo Núñez, tampoco da mucho crédito a los beneficios anunciados con fanfarrias por parte de la dictadura.

“Realmente China usa esta estrategia para básicamente incursionar en los países y tomar controles, bajo una estrategia que le llaman la diplomacia del dólar. Ya tenemos el tema de las minas de oro ofrecidas por Nicaragua a China, que no es poca cosa porque es con lo que más ellos logran tener el control de los recursos naturales y ya esas concesiones nos ponen en el mismo nivel de África”, observa.

Para él, estos temas de infraestructura lo que buscan es darle potencialidad al comercio chino en la región, “pero no estamos viendo una inversión para Nicaragua, es una inversión para China y esto definitivamente nos mete bajo el control chino, que es una potencia que no es democrática y que tiene un control absoluto de su ciudadanía, parte de también de lo que le está trasladando China a Nicaragua con el tema de las cámaras de seguridad instalada para vigilar a la ciudadanía”.

Según Núñez, ha salido publicado que las cámaras chinas están instaladas en todos lados y sobre todo en los buses, que es como China controla a toda su ciudadanía a través de la identificación facial y otro tipo de tecnologías.

“Entonces esto es una mala relación para el pueblo de Nicaragua, los chinos no son nuestro mercado natural, pues no creo que lleguen a hacerlo en los siguientes 50 años y Ortega lo único que está buscando es protección política y algún dinero para sostenerse en el poder cuando comience a mermar la inversión de otras fuentes”, subrayó Núñez.

La dictadura de Nicaragua restableció relaciones con la dictadura China en 2021, tras romper y traicionar las relaciones con Taiwán, país que ahora considera a Ortega un dictador, oportunista, mentiroso y descarado.

A finales de agosto pasado, Nicaragua y China firmaron un Tratado de Libre Comercio, que entrará en vigor en 2024, sobre el cual el analista hacía referencia Ellis.

En mayo pasado también entró en vigor un Acuerdo de Cosecha Temprana suscrito en julio de 2022 entre Managua y China, que eximió de aranceles a productos nicaragüenses como la carne de res, el pescado y marisco y algunos artículos textiles, entre otros.

Según datos oficiales, los intercambios entre China y Nicaragua sumaron el año pasado 760 millones de dólares.

 

 

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