Las importaciones de la República Popular China al mercado salvadoreño superan en 211 veces a las exportaciones, registra el Banco Central de Reserva (BCR).
El último reporte de comercio exterior señala que las empresas salvadoreñas enviaron mercancías valoradas en $11.3 millones al término de 2023, con una participación de apenas un 0.2 % en la canasta exportadora.
La balanza se inclina a favor de las importaciones. El Banco Central documenta que China es el segundo socio comercial más importante, solo superado por Estados Unidos, de donde proceden más de $2,384.5 millones, un 15.2 % del total importado.
El valor importado experimentó una reducción de $462.3 millones, un 16.2 % inferior en comparación con los $2,846.9 millones registrados en 2022.
Las importaciones desde China se concentran principalmente en vehículos automotores, maquinaria, teléfonos o aparatos de reproducción de imagen, calderas, aluminio, fundición de hierro, vidrio, productos cerámicos, calzado, prendas de vestir, tejidos especiales, papel y cartón.
También se importan azúcares y artículos de confitería, hortalizas, cereales, preparaciones alimenticias, productos químicos, pinturas, caucho, productos editoriales de la prensa, entre otros.
¿Qué se importa y se exporta?
Las exportaciones al gigante asiático se contrajeron en $36 millones, un 76.2 %, en comparación con los $47.4 millones enviados en 2022. Pekín ocupa el puesto 24 entre los primeros 50 socios comerciales de El Salvador, a seis años de relaciones diplomáticas y después de las promesas de apertura de ese mercado, las compras son mínimas.
Según el BCR, en 2023 no hubo ventas de azúcares y artículos de confitería, mientras que en 2022 se registró el envío de $41.09 millones. El año pasado, las exportaciones de café superaron los $1.2 millones, un 421 % de crecimiento respecto a 2022.
El grueso de las exportaciones se concentró en prendas y complementos de vestir, con más de $7.4 millones, así como de aluminio y sus manufacturas (chatarra), en $1.5 millones.