Tras un fuerte crecimiento en 2023, la economía costarricense comienza una desaceleración con un tasa de un 3.6 % en abril pasado del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), informó el Banco Central de Costa Rica.
El crecimiento interanual del IMAE, una medición mensual de la actividad económica, se queda atrás de las tasas por arriba de un 6 % a mediados de 2023. El Banco Central señaló que el dinamismo fue similar al observado desde enero de 2024, pero inferior en 1.9 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año pasado.
La actividad económica se ubica en un 3.7 % en el primer cuatrimestre de 2024.
En abril, la manufactura en las zonas francas (régimen especial) creció 9,4%. Los mayores incrementos en la producción se concentran en implementos médicos (12,8%) tales como válvulas cardíacas y catéteres.
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— BCCR (@BancoCentralCR) June 12, 2024
La reducción en la actividad productiva está alineada con la previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado de un 4 % para 2024, inferior a la tasa de un 5.1 % de 2023.
A pesar de la desaceleración, el Banco Central señala que la evolución de la actividad económica fue favorable en abril tanto para el régimen definitivo como los sectores especiales –zonas francas-.
El régimen definitivo creció un 3.3 %, donde las actividades de comercio, servicios profesionales y transporte tienen el mayor peso en el índice, mientras que el sector agropecuario mostró una caída de un 0.2 %.
Entretanto, los regímenes especiales crecieron un 9.1 %, la tasa más alta de los últimos cuatro meses, pero el incremento interanual es inferior al de abril de 2023, cuando repuntó un 21.7 %. La situación es “previsible dado el extraordinario aumento de la producción observada para este conjunto de empresas a partir del tercer trimestre de 2022”, señala el Banco Central en un reporte.
La dinámica de abril se explica por mayor producción de la manufactura con una tasa de crecimiento de un 5.7 % y una contrición en el índice de 29.8 %, especialmente por la elaboración de implementos médicos, servicios profesionales, comercio y transporte.
Según el Banco Central, el sector agropecuario mostró una reducción por la menor producción de café y banano. “Esto fue parcialmente compensado por el aumento en las exportaciones de piña y tubérculos, así como la mayor demanda interna de leche y huevos”, agrega la institución.
La industria de la construcción creció apenas un 0.9 % interanual, un dinamismo explicado por un crecimiento de un 2.6 % en la ejecución de proyectos públicos, mientras que el sector privado disminuyó un 0.4 %.