Familiares de los nicaragüenses desterrados por la dictadura denunciaron que la Dirección de Migración y Extranjería les impide tramitar sus pasaportes.
Algunos incluso dijeron que personal de esa entidad del régimen le rompió el documento.
Según el periódico nicaragüense La Prensa, algunos de los que trataron de realizar sus trámites fueron informados que debido a quienes son sus familiares el proceso para ellos está bloqueado.
Otros denunciaron haber sido seguidos al abandonar las instalaciones de Migración.
Debido a esto, otros parientes que tenían planeado renovar pasaportes decidieron no realizar el trámite.
El 9 de febrero, la dictadura Ortega-Murillo liberó a 222 presos políticos, pero los desterró y retiró la nacionalidad. Una semana después, 94 nicaragüenses más perdieron también su ciudadanía, como castigo por ser opositores. Esto ha sido condenado por diferentes gobiernos y entidades internacionales defensoras de derechos humanos.