Posible designación de espía sandinista al frente del SICA causa alertas de preocupación en el cuerpo diplomático en Centroamérica

Las intenciones de la dictadura de Nicaragua de que se nombre a un hombre de su confianza al frente del Sistema de Integración Centroamericana despierta desconfianzas, sobre todo por tratarse de un hombre con un pasado turbulento al servicio del sandinismo.

El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega (de gorra), pretende que su espía Valdrack Jaentschke sea nombrado secretario general del SICA:

La posible elección del espía sandinista Valdrack Jaentschke como secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), propuesto por la dictadura de Nicaragua con el respaldo operativo de Honduras, ha despertado profunda preocupación entre cuerpo diplomático, organismos de derechos humanos y sociedad civil de Centroamérica.

Fuentes de la diplomacia en Costa Rica, El Salvador y Honduras, han filtrado información sobre un plan orquestado entre los regímenes izquierdistas de Tegucigalpa y Managua para imponer al siniestro espía sandinista en la silla del SICA.

Centroamérica 360 obtuvo información de fuentes diplomáticas que la dictadura sandinista ha lanzado una ofensiva política para presionar a los gobiernos de Centroamérica para que nombren al tenebroso exagente de la tenebrosa Dirección General de la Seguridad del Estado en los años 80.

Alfombra roja a rusos, chinos y terroristas iraníes

El nombramiento de Jaentschke, a criterio de analistas, expertos en seguridad y diplomáticos, podría desencadenar en la intromisión de la región en la polarización mundial entre las democracias occidentales lideradas por Estados Unidos y los polos radicales de la izquierda internacional liderada por China, Rusia, Irán, Corea del Norte y otros países con regímenes dictatoriales.

El SICA es un organismo regional integrado por los países centroamericanos y República Dominicana, creado bajo principios de paz, libertad, democracia y desarrollo.

Todos los países miembros tienen la oportunidad de asumir por un período de 6 meses la presidencia pro témpore del organismo.

En este nuevo período le corresponde a Nicaragua, pero la dictadura de Ortega está haciendo de este espacio uno más de sus objetivos de interés político.

Entre sus intereses está expulsar a Taiwán de Centroamérica y sustituirla por China, así como empujar la integración de Rusia, uno de sus grandes aliados internacionales.

Según el sociólogo Javier Meléndez, director del centro de pensamiento Expediente Abierto y especialista en temas de defensa y seguridad, la posible designación de Valdrack Jaentschke, “plantea varios riesgos significativos para las instituciones democráticas de Centroamérica, la seguridad regional y de Estados Unidos”.

Ficha sandinista con agenda de destrucción de las democracias

Lo anterior se deduce, según Meléndez, de la agenda sandinista con temáticas claras pro-China, pro-Rusia, pro-Irán y pro-Venezuela.

Meléndez subrayó que el gobierno de Ortega, conocido por su “historial de violaciones de derechos humanos y el debilitamiento sistemático de las instituciones democráticas en Nicaragua”, podría utilizar su influencia en el SICA para socavar los principios democráticos en la región, como ya lo ha venido haciendo desde 2007.

Valdrack Jaentschke, hombre de confianza de la dictadura de Nicaragua.

Esto podría manifestarse, según el sociólogo, en el uso de esta plataforma regional para promover o apoyar “tácticas autoritarias, como la manipulación de elecciones, la erosión de la independencia judicial o el ataque a la prensa libre”, impulsando a otros países, como Honduras, a imitar el modelo nicaragüense y el del “Socialismo del Siglo XXI”.

El especialista también destacó la posibilidad de que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo busque “la normalización y expansión de políticas y prácticas que restrinjan la libertad de expresión, la libertad de asociación y la represión de la sociedad civil”, lo que podría crear un entorno menos favorable para la democracia en la región.

El istmo en el centro de la polarización global

En su análisis, Meléndez alertó sobre el posible “alineamiento del SICA con potencias extranjeras como China, Rusia e Irán, que tienen intereses estratégicos en debilitar la influencia de Estados Unidos en la región”.

Explicó que esto podría tener implicaciones prácticas, como un aumento de la “presencia militar y espionaje” en la región, recordando que Rusia ya ha establecido “una masiva presencia en Nicaragua” y podría expandir sus operaciones bajo la cobertura del SICA.

Además, Meléndez apuntó que “China podría usar el liderazgo de esa dictadura en el SICA para expandir su influencia económica y tecnológica en la región”, mediante la oferta de financiamiento y otras oportunidades a cambio de lealtad política, lo que podría “debilitar las alianzas con Estados Unidos”.

Asimismo, el sociólogo mencionó que la dictadura de Ortega-Murillo podría facilitar “la entrada y operaciones de grupos o actores patrocinados por Irán y Venezuela”, conocidos por apoyar “actividades desestabilizadoras y de insurgencia en otras regiones”.

Cunde preocupación entre exiliados nicaragüenses

Uno de los sectores más preocupados por la posible elección del espía sandinista, es la oposición de Nicaragua en el exilio.

La Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE), integrada por diversas organizaciones civiles, condenó y rechazó los esfuerzos del régimen de Castro, como aliada de la dictadura, por imponer al espía sandinista y su agenda pro-rusa.

El exiliado nicaragüense Enrique Martínez, vocero de PUDE, señaló que la “posible elección de un candidato del régimen sandinista liderado por Ortega-Murillo para la secretaría general del SICA es una amenaza grave para la democracia y los derechos humanos en Centroamérica”.

Martínez señala que Valdrack Jaentschke es un reconocido operador político del régimen y funcionario de inteligencia, reconocido por su participación a la represión contra la sociedad civil nicaragüense y agrupaciones política desde 2007, “no sólo a nivel interno, sino a nivel transnacional”.

“Sería terrible…”

A criterio de Martínez, la designación del espía sandinista podría legitimar aún más las prácticas represivas de la dictadura Ortega-Murillo contra miles nicaragüenses exiliados y “exportar” sus métodos de terrorismo de Estado a otros países de la región.

La inclusión de Rusia, consideró, iría en contra de “las premisas del Protocolo de Tegucigalpa, cuyo propósito es consolidar la democracia entre gobiernos elegidos por voto libre, universal y secreto, y que respeten irrestrictamente los derechos humanos, premisas que tampoco el Gobierno de Nicaragua cumple”.

“Sería terrible que el resto de Centroamérica, incluyendo de paso a República Dominicana y Panamá, dejara que Ortega -violador de todos sus principios fundamentales- controlara esta organización, aún tan disminuida como está, a través de una persona con la trayectoria de Jaentschke, el verdugo de la sociedad civil en Nicaragua”, dijo.

Malas intenciones causan preocupación en la región

La alarma por la designación del espía o de otra ficha radical de los Ortega-Murillo, ha hecho eco en Costa Rica y Panamá.

Este fin de semana, el diputado del partido Nueva República, Fabricio Alvarado, hizo el llamado al Gobierno de Costa Rica para que no se apoye la propuesta de Nicaragua para asumir la secretaría del SICA.

“Necesito aprovechar esta plataforma para decirle, desde México, al gobierno de mi país, que no apoye, así como están manifestándose también en otras partes del mundo, que no apoye al candidato del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que pretende ocupar la Secretaría General del SICA”, dijo el excandidato presidencial.

Alvarado daba un mensaje en un evento llamado la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en México, que “reúne desde 1974 a líderes del mundo conservador, a cientos de organizaciones, miles de activistas y a millones de espectadores”, según sus redes sociales.

El congresista sustenta el llamado en que “sería un grave error apoyar al candidato, un conocido operador político del régimen nicaragüense y ex funcionario de inteligencia involucrado en actividades de espionaje contra opositores en Nicaragua”.

¿Alinearán a Panamá a favor del FSLN?

La noticia ha rebotado en Panamá a través de agencias de noticias internacionales y según fuentes diplomáticas costarricenses, se le estará haciendo llegar en los próximos días “información del caso al gobierno del presidente José Mulino y las preocupaciones en torno a facilitar a Nicaragua alianza peligrosas en la región”.

De igual forma, las alarmas han llegado a la propia cancillería hondureña, que luego de confirmar su apoyo a Nicaragua al medio Expediente Público meses atrás, este domingo lo ha negado en redes sociales.

El pasado 26 de junio, Enrique Reina, canciller de Honduras, aceptó que el objetivo de la gira de Castro en las negociaciones con el resto de los mandatarios para destrabar el órgano regional pasa por elegir, finalmente, al nuevo secretario general de la terna del régimen Ortega Murillo.

Castro “está buscando que todos los países estemos de acuerdo en relanzar el proceso para la elección de un nuevo secretario general (…) y que ya se defina sobre la terna que debe presentar Nicaragua”, dijo el canciller Reina a Expediente Público.

“Tratamos de avanzar y que se defina lo más pronto la Secretaría General” del SICA, afirmó.

Este domingo, lo negó, según lo destaca el medio digital Infobae. 

¿Recula Honduras?

“No hay ninguna candidatura para Secretario General del SICA ni del expresidente @manuelzr, como han mencionado en otras noticias falsas, ni del Presidente (Daniel) Ortega. Deben informarse mejor”, indicó Reina en un mensaje en X.

Señaló además que el “procedimiento que se lleva a cabo para elegir un nuevo secretario general del SICA es conforme a la normativa de la integración Centroamericana”.

¿Quién es Valdrack Jaentschke?

Fuentes de la oposición nicaragüense y voces exdiplomáticas de Nicaragua, describen a Valdrack Jaentschke como uno de los funcionarios de mayor confianza de Daniel Ortega, que además goza de la plena confianza de Rosario Murillo.

Hasta el 2021, se desempeñó como defensor de las acciones represivas del régimen de Daniel Ortega en los principales foros internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Pero su papel represor es desde los años 80. Jaentschke se enroló en la guerrilla sandinista que derrotó a la familia Somoza en 1979 y luego se entrenó como oficial de la Dirección General de la Seguridad del Estado (DGSE), en la guerra civil de 1979-1990.

El espía fue parte de la tendencia guerrillera conocida como los Proletarios, que se especializó en atentados, ejecuciones selectivas y sabotajes en los centros urbanos.

Según las fuentes, Valdrack a principios de los 80 fue enviado a Cuba a entrenarse en técnicas de contrainteligencia, recopilación de información y anulación de acciones subversivas dentro y fuera de los territorios claves.

Formado por violador de derechos humanos

De acuerdo con un exagente del Ministerio del Interior en la década de los 80, hoy en el exilio, Jaentschke desarrolló carrera en materia de espionaje e infiltración, bajo la dirección de Lenín Cerna, coronel en retiro del Ejército Sandinista y exdirector de la DGSE en la década de 1980.

Cerna está vinculado a un sinnúmero de violaciones de derechos humanos y crímenes en los 80 y 90 en Nicaragua, por su cercanía con Daniel Ortega, con quien compartió prisión en los años 70.

De acuerdo a la información, Valdrack fue investigador en el área de Lucha contra Bandas en las zonas rurales de Nicaragua, en plena guerra civil de los sandinistas a los rebeldes Contra.

En 1985 Cerna ascendió a Jaentschke como Oficial de la Sección D, una oficina que dependía de la Dirección de Operaciones Psicológicas, del Departamento F – 8.

La “Lucha contra Bandas” de la DGSE (Contrainteligencia), fue una oficina que tenía como función la recopilación de datos para trazar planes de desgaste social y económico de la Contra y sus bases sociales en el campo; penetración de agentes dentro de las organizaciones que adversaban a la revolución, incluida la Iglesia Católica, realización de propaganda y contrapropaganda y neutralización de las filas enemigas.

Especialista en persecución internacional

Jaentschke usó el sinónimo de “Marlon” y acumuló experiencia en el reclutamiento e infiltración de agentes para el desmantelamiento de la actividad de los grupos opositores en los años 80 en Nicaragua, Guatemala, Honduras y Costa Rica.

El agente cobró notoriedad en la Seguridad del Estado cuando en octubre de 1986, lo asignaron al equipo encargado de manejar la estrategia oficial de manejo del caso del piloto norteamericano Eugene Hassenfus, capturado en Nicaragua al ser derribado su avión mientras suministraba armas a la Contra.

Jaentschke habría sido además el traductor de Hassenfus para el manejo internacional de la propaganda sandinista y desde esa posición se unió al cuerpo de la diplomacia sandinista.

 

 

 

 

 

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