Cuando el ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda de Guatemala, Félix Alvarado, anunció que a mediados de esta semana estaría habilitado el paso por el kilómetro 44 de la autopista Palín-Escuintla, prácticamente se pegó un tiro en el pie. Ya pasaron 4 días desde la fecha que anunció estaría rehabilitado el paso y la vía sigue cerrada, los reclamos de ciudadanos y empresarios creciendo y la oposición política criticando al gobierno.
La culpa del retraso, sostuvo, es el clima. La lluvia impide avanzar al ritmo requerido. Para los críticos, es un tema de ineficiencias.
El nuevo plazo para liberar el paso vehicular por el problemático kilómetro 44 es este fin de semana, aunque hay una condicionante: si la lluvia lo permite.
“El que manda es el clima”, insistieron.
La espera se pone más tensa ante la amenaza de los transportistas de carga de comenzar un paro desde el próximo lunes y uno de los reclamos es precisamente la inhabilitación del tramo.
La autopista Palín-Escuintla es estatégica, pues lleva al Pacífico y a principal puerto de ese lado del país. Además, millares de ciudadanos la transitan a diario para llegar a la capital. Se estima que por esa vía circulan al menos 65,000 vehículos por día.
“Esto es prácticamente el final de la fase 1, sólo toca poner la banda de rodadura temporal sobre la que ya se va a estar circulando, dijo Alvarado.
El tramo se destruyó a mediados de junio, cuando una tubería colapsó a consecuencia de la lluvia.