Las autoridades israelíes realizaron un importante decomiso de drogas en el puerto de Haifa, al norte de Israel, donde interceptaron cerca de 55 kilogramos de cocaína. Según el medio local Chai Poh, la droga fue hallada oculta dentro de un contenedor de fruta tropical que tenía como origen Costa Rica y hacía una parada en Bélgica antes de llegar a su destino final en Israel.
El valor estimado del cargamento decomisado asciende a varios millones de séqueles, la moneda oficial de Israel. Para ponerlo en perspectiva, un millón de séqueles equivale a aproximadamente ₡133 millones de colones o $265 mil dólares.
El operativo, llevado a cabo por una unidad israelí encargada de investigaciones internacionales, contó con la colaboración de oficiales aduaneros y representantes de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). La investigación se inició a raíz de información recibida en Israel sobre la importación de droga desde Bélgica.
Tras la llegada del buque al puerto de Haifa, se desplegó un operativo conjunto con unidades especiales para identificar y marcar un contenedor refrigerado que transportaba las frutas tropicales con la droga oculta.
Según fuentes locales, las autoridades creen que las drogas estaban destinadas a manos de importadores de droga de alto perfil.
La información fue revelada por primera vez en un medio de comunicación israelí en idioma hebreo el pasado lunes 22 de abril por la mañana y trascendió en Costa Rica este 23 de abril. Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad Pública costarricense ha informado que están recopilando los datos del contenedor, esperando compartir información adicional pronto.
Costa Rica vive desde hace cinco años un progresivo aumento de la criminalidad y el trasiego de drogas, debido a la radicalización y fortalecimiento de los carteles de las drogas que operan en el país centroamericano.
Se estima oficialmente que al menos cuatro carteles internacionales de las drogas disputan territorios y rutas en Costa Rica, incluyendo el cartel Jalisco Nueva Generación (México); el cartel del Golfo (Colombia); el cartel de los Soles (Venezuela) y el cartel de Sinaloa (México).
La disputa de estos carteles han provocado un alza de la violencia homicida que alcanzó su pico más alto en 2023, con 907 homicidios, mientras las proyecciones de asesinatos para 2024 se estima superarán las 1,000 muertes.