Sacerdotes exiliados en Costa Rica convocan a Viacrucis en solidaridad con migrantes

Religiosos locales, en coordinación con provenientes de otros países, desarrollarán un acto religioso para pedir por los migrantes.

En un acto de solidaridad y apoyo hacia la comunidad migrante, especialmente la proveniente de Nicaragua, sacerdotes costarricenses junto con religiosos exiliados de Nicaragua han anunciado la realización de un viacrucis.

Este evento, que busca orar por los miles de migrantes que han buscado refugio en Costa Rica, se llevará a cabo el próximo 23 de marzo y tendrá como punto de partida la parroquia San Isidro Labrador en el cantón de San José Vázquez de Coronado.

La situación en Nicaragua, marcada por una creciente represión bajo la dictadura de la familia Ortega Murillo, ha llevado a una persecución religiosa sin precedentes, resultando en el exilio forzado de líderes religiosos y una diáspora significativa de nicaragüenses.

Uriel Vallejos, uno de los 22 sacerdotes nicaragüenses actualmente exiliados en Costa Rica, destacó la importancia de este viacrucis como un gesto de unidad y apoyo hacia aquellos que han tenido que abandonar su país o que no pueden asistir a eventos católicos por la represión, como en el caso de Nicaragua.

Desde la parroquia San Isidro Labrador, el padre Edgar Gamboa, vicario de la parroquia, enfatizó el compromiso de la Arquidiócesis de San José con una pastoral social humanitaria e integral, buscando el bienestar común de toda la población, incluidos los migrantes.

El viacrucis es parte de una serie de actividades organizadas para la Semana Santa, destinadas a ofrecer acompañamiento y reflexión a diversos grupos dentro de la comunidad, con un énfasis particular en los migrantes y en la búsqueda de la paz.

El llamado a este viacrucis no solo es un llamado a la oración por la paz y el bienestar de los migrantes de diversas nacionalidades, sino también un recordatorio de la solidaridad que debe prevalecer más allá de las fronteras políticas y sociales, dijo el religioso costarricense.

En palabras de Gamboa, “las fronteras existen a nivel político y social, pero somos hermanos por la fe. Somos hermanos de una misma Iglesia”.

La realización de este viacrucis en Costa Rica refleja no solo la solidaridad hacia los migrantes y la comunidad nicaragüense en el exilio, sino también el dolor y la preocupación por la continua represión y persecución religiosa en Nicaragua, donde desde 2018 la dictadura de la familia Ortega-Murillo viene cometiendo crímenes de lesa humanidad, apresando y desterrando a sacerdotes y pastores.

Exit mobile version