Bernardo Arévalo, el todavía nóvel presidente guatemalteco, ha dicho en un par de ocasiones en público, en las últimas 2 semanas, que las relaciones con Estados Unidos están en el mejor momento. Y tiene razón. El gobierno de Joe Biden le ha dado el espaldarazo que tanto requería y con el que, quizá, asumir la presidencia en enero hubiera sido un proceso aún más turbulento.
Hoy llega al país centroamericano, para reunirse con Arévalo, Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Nacional.
Hablarán de temas sensibles, como la migración. El encuentro es seguimiento a la reunión ministerial trilateral celebrada el mes pasado con México.
Una muestra más, muy clara por cierto, fue la declaratoria de Alejandro Giammattei, presidente de 2020 a 2024, como un agente corrupto. Giammattei, quien ni siquiera le hizo el traspaso de mando a Arévalo, estuvo solo unos días antes en Washington, en reunión con funcionarios y congresistas, tratando de presumir que tenía una relación fluida con el gobierno del principal socio guatemalteco.
En los pasillos políticos se manejó, en aquellos días, que esa podía ser la última visita del político a Estados Unidos. Y así fue. Por sus notables vínculos con la corrupción, y por estar, presuntamente, detrás de los ataques a la democracia y a los resultados electorales que le dieron el triunfo al actual mandatario, el gobierno estadounidense le retiró su visa y a sus hijos también.
Antes de Mayorkas, visitaron el país centroamericano, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols; la administradora de la USAID, Samantha Powers; y hace sólo 2 días el secretario para el Crecimiento Económico, José W. Fernández.
Y en unos días, Arévalo será recibido en Washington por la vicepresidenta Kamala Harris, quien encabeza un ambicioso programa para erradicar en el Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) las principales causas de la migración (pobreza, desempleo e inseguridad, entre otras.
Así que sí, la relación de Bernardo Arévalo con Estados Unidos está en un momento muy importante.