Analistas desconfían de la voluntad del gobierno hondureño para instalación de CICIH

Los funcionarios del gobierno de Xiomara Castro cantan la misma canción: la más interesada en que llegue la Comisión Internacional contra la Corrupción es ella. Pero para algunos analistas las cosas no son así y señalan al gobierno de entorpecer su establecimiento.

Mientras el canciller hondureño, Enrique Reina, dice en las Naciones Unidas que avanzan en la búsqueda de un acuerdo para la instalación de la CICIH en el país, los opositores y algunos analistas no sólo desconfían del gobierno, sino que también lo señalan de retrasar intencionalmente la instalación del grupo investigador.

El analista Juan Ramón Martínez es uno de ellos. Su versión es que el gobierno de la izquierdista Xiomara Castro pregona su interés para que comience a funcionar la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH), pero en realidad quiere lo contrario.

“El gobierno finge interés, pero el fondo no quiere traer la CICIH, porque al final actuará en su contra, como ocurrió con Juan Orlando Hernández (el expresidente encarcelado en Estados Unidos), que terminó clausurándola”, dijo a Centroamérica 360. 

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, junto al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

“Lo que hace es para quedar bien con las graderías y para detener a la oposición”, añadió.

La llegada de la CICIH es vista por muchos como una verdadera oportunidad de llegar al fondo de varios casos de corrupción, de esta y otras administraciones. Sin embargo, otros lo miran como una amenaza a sus intereses.

La embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, sostuvo recientemente que “es importante” que el grupo fiscal internacional comience a trabajar lo más pronto posible en Honduras.

“Cada país tiene corrupción y cada país puede luchar contra ella, depende de entes del Estado, por ejemplo, el Ministerio Público y todo el pueblo, porque si la gente acepta la corrupción, seguirá”, dijo a finales del mes pasado, tras ser cuestionada sobre el retraso en la instalación del grupo que impulsa la ONU.

La analista Carolina Alduvin sostuvo a Centroamérica 360 que “la CICIH es una promesa  de campaña que no van a cumplir. Hay que recordar que casi el primer decreto de Xiomara Castro fue un pacto de amnistía para los encarcelados y exiliados a raíz de los sucesos de 2009”. “Eso no lo van a quitar y para la ONU es requisito indispensable, entonces no vienen”, explicó.

El coro oficialista, en el que se incluyen por supuesto funcionarios de gobierno y diputados del Congreso Nacional, aplauden a Xiomara Castro y la ponderan como “la madre” que hace hasta lo imposible por la instalación de la comisión.

Sin embargo, los opositores y críticos aseguran que la gestión de la mandataria ha complicado intencionalmente la llegada de la comisión.

“Todos esos acercamientos no han sido más que excusas para sendos viajes a Nueva York con gigantescas comitivas que a pasear van. Grupos de sociedad civil afines se la pasan en eventos y manifestaciones a favor de la ilusa venida de la CICIH. Se engañan solos y creen que engañan a los demás”, sostuvo.

El protocolo de entendimiento entre el gobierno y las Naciones Unidas ha sido prorrogado en dos ocasiones, cada una por seis meses, y mientras el tiempo pasa, no hay avances sustanciales en el proceso.

Una serie de condiciones que debieron estar resueltas para que la CICIH tenga autonomía investigativa, todavía no está resuelta. La aprobación de los cambios pasa por el Congreso, que ha tenido una parálisis impresionante y que ha estancado decisiones trascendentales (como la elección de un fiscal general y que en su lugar fue impuesto uno interino por decisión de un pequeño grupo de diputados oficialistas).

“El problema de corrupción no es nuevo, por eso es importante la CICIH”, sostuvo hace menos de una semana Dogu.

Incluso algunos políticos especulan que el gobierno continuará dilatando la llegada de la comisión y que para las próximas elecciones presidenciales será de nuevo una promesa de campaña.

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