Congresista de EE.UU. pide a Nicaragua prueba de vida de obispo prisionero

Chris Smith, representante de Nueva Jersey en el Congreso, pidió de nuevo evidencias de vida del obispo Rolando Álvarez, prisionero político de la dictadura de Nicaragua.

El representante estadounidense Chris Smith, presidente de la subcomisión de Derechos Humanos Globales de la Cámara de Representantes y copresidente de la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos, ha pedido hoy al dictador nicaragüense Daniel Ortega que aporte pruebas de que el obispo Álvarez está vivo y que permita a la Cruz Roja examinar al líder religioso.

Esta es la cuarta vez que el influyente político insiste en la suerte de monseñor Álvarez, detenido desde agosto del 2022 y condenado a 26 años de prisión por la

dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

“El Obispo Álvarez, un valiente y compasivo siervo de Dios, ha sufrido inmensamente a manos del brutal régimen de Daniel Ortega durante más de un

año. Al parecer, permanece injustamente encarcelado en el Complejo Penitenciario Jorge Navarro, llamado La Modelo, conocido por sus duras condiciones”, dice el

congresista.

“Dado que no ha habido pruebas fiables del estado de salud del obispo o incluso de que esté vivo, pido al presidente Ortega que proporcione pruebas a la comunidad internacional de que el obispo Álvarez sigue vivo y que permita el acceso inmediato de la Cruz Roja para que examine su estado de salud de forma

independiente, sin restricciones y sin la presencia de funcionarios del gobierno o guardias de la prisión”, insiste en su misiva en su cuenta oficial web.

Monseñor Rolando Álvarez, prisionero político en Nicaragua, encarcelado desde hace más de un año.

La Cruz Roja Nicaragüense, sin embargo, ya no existe como cuerpo humanitario independiente, ya que fue confiscada por la dictadura y bautizada como Cruz Azul

de Nicaragua, bajo control del régimen.

El político estadounidense señala que “la seguridad y el bienestar del obispo Álvarez y de los demás presos religiosos y políticos que siguen siendo perseguidos

por el régimen de Ortega-Murillo es una de las principales preocupaciones del Congreso de Estados Unidos y de los defensores de los derechos humanos de todo el mundo. Todos los presos religiosos y políticos deben ser puestos en libertad”.

De nuevo, el congresista pidió ver a Álvarez, sin que el dictador responda: “Además, renuevo mi petición al Presidente Ortega para que me ayude a conseguir

una reunión con el Obispo Álvarez en Nicaragua”.

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