Dictadura de Nicaragua anula y confisca a los Frailes Franciscanos

Un nuevo golpe del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia Católica: anuló la orden franciscana en Nicaragua.

La dictadura sandinista dio un zarpazo más contra las instituciones educativas privadas y principalmente católicas de Nicaragua, al anular la personalidad jurídica de la Orden de Frailes Franciscanos y confiscar sus cuentas y bienes.

Como en tierra arrasada, la dictadura que encabeza Daniel Ortega y Rosario Murillo, anuló de tajo la personalidad jurídica de 25 organizaciones civiles por medio de su brazo represor del Ministerio de Gobernación.

Con ello suma casi 3,500 organizaciones no gubernamentales anuladas y sus bienes, en la gran mayoría de veces, han sido confiscados a favor de la dictadura que luego los pinta con los colores de su partido, cambia sus nombres y los reabre como oferta pública.

Una vez más, como en todos los casos anteriores, la dictadura alega que las organizaciones no cumplieron los requisitos de operaciones e impidieron la fiscalización del ente del régimen.

Por ello, este 24 de octubre cancelaron la personalidad jurídica de la Compañía Orden de los Frailes Menores Franciscanos de la Provincia Seráfica de Asís en Nicaragua, con 58 años de servicios en el país. 

Y con el mismo guion con el cual han confiscado casi 30 universidades privadas, incluyendo la Universidad Centroamericana de los jesuitas y el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas adscrito a la Universidad de Harvard, ordenaron la confiscación de los centros de educación bajo administración de los frailes a nombre del Estado de Nicaragua.

De un plumazo, cinco centros educativos pasaron a manos del régimen: el Instituto San Francisco de Asís de Matagalpa y su sede en Juigalpa; el Liceo Franciscano, ubicado en Altamira, Managua; la escuela San Francisco de Asís, de Diriamba, Carazo; y el Colegio San Francisco de Asís, de Juigalpa, Chontales.

El zarpazo contra la milenaria orden católica ya se veía venir en la guerra sucia de la dictadura de Ortega contra la Iglesia católica: antes habían negado el ingreso al país varios frailes franciscanos, nicaragüenses y extranjeros. 

El último caso conocido de destierro es el de fray Carlos Treminio, sacerdote que regresaba de Guatemala de participar en una reunión de la Comisión de Formación Permanente de la Provincia Franciscana Nuestra Señora de Guadalupe de Centroamérica y Panamá. No le permitieron regresar a su patria.

De igual modo, apenas se dictó la resolución contra la orden, la policía sandinista y delegados de Educación del régimen tomaron por asalto el instituto en Matagalpa, expulsando a los estudiantes y docentes, secuestrando documentos, computadoras y archivos administrativos.

Junto a la orden de Frailes Menores también fueron eliminadas 16 Organizaciones Sin Fines de Lucro dedicadas a servicios de las mujeres rurales, de atención a niñez con autismo, una fundación dedicada a promover el arte, otra de apoyo a los estudiantes indígenas, una de atención al VIH-SIDA, y algunas de apoyo financiero a familias pobres de la zona rural. 

También eliminaron y confiscaron varias organizaciones evangélicas como la Asociación Iglesia Intencionalidad de Cristo en Nicaragua, la Asociación cristiana El Cordero Apocalipsis 21:23, la Fundación Altar Familiar Ministerios, la Asociación Nicaragüense de Iglesias de Cristo, la Asociación Evangelista Impacto Juvenil de Nicaragua.

Exit mobile version