Nancy Elizabeth Henríquez James, suplente del legislador Brooklyn Rivera, fue sentenciada a 8 años de prisión por presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad, informó Liza Francis Henríquez, su hija.
La condena se dio a conocer durante una visita familiar en el Sistema Penitenciario Integral de Mujeres (EPIM), conocido como “La Esperanza” en Managua.
Henríquez, quien fungía como presidenta y representante legal del partido indígena Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama, que significa “Hijos de la Madre Tierra” en lengua miskita), fue detenida en Managua después de asistir a una citación de la Policía Nacional.
Su arresto ocurrió 2 días después de la detención del legislador y líder indígena Brooklyn Rivera, quien previamente había sido aliado de los dictadores sandinistas en la Asamblea Nacional.
Yatama, antiguo allegado al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), había instado a las autoridades a “cesar toda violación sistemática y persecución política a los líderes indígenas” y a “desocupar inmediatamente la toma policial ilegal, permitiendo la reanudación de la radio emisora comunitaria”.
Nancy Henríquez James, a member of the Nicaraguan legislature (National Assembly), was sentenced to eight years in prison for alleged "crimes of conspiracy to undermine national integrity and spreading false news to the detriment of the State of Nicaragua and society." This is… pic.twitter.com/9ZmSuWxwj6
— Félix Maradiaga (@maradiaga) December 14, 2023
Estos eventos se suman a la crisis política y social que vive Nicaragua desde abril de 2018, cuando las protestas sociales fueron aplacadas a sangre y fuego por el régimen sandinista, que provocó una masacre de 355 personas, más de 4,000 heridos, miles de detenidos, desaparecidos y torturados y cientos de miles de exiliados.
La situación sociopolítica en Nicaragua empeoró tras las polémicas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, donde Daniel Ortega se recetó un quinto mandato, cuarto consecutivo, y su pareja, Rosario Murillo, asumió el cargo de vicepresidenta.
Estas elecciones estuvieron marcadas por la detención de varios contendientes principales, generando preocupación nacional e internacional sobre el respeto a los derechos humanos y la democracia en Nicaragua bajo la administración de la familia Ortega Murillo, la cual ha sido calificada como ilegítima por Estados Unidos, Unión Europea y Organización de Estados Americanos.