EEUU analiza más sanciones contra dictadura sandinista por ataques religiosos

El subsecretario adjunto Eric Jacobstein advirtió que el gobierno de Estados Unidos evalúa intensificar las sanciones contra los dictadores de Nicaragua y su círculo.

 

El gobierno de Estados Unidos advirtió a la dictadura de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega y Rosario Murillo, debido a la continua persecución religiosa en el país contra católicos y evangélicos.

Un día después de que el Departamento de Estado catalogara a Nicaragua como un país de especial preocupación por graves violaciones a la libertad religiosa, un funcionario estadounidense detalló a medios internacionales las posibles acciones contra el régimen de Ortega por el arresto de sacerdotes católicos.

Eric Jacobstein, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, advirtió que Estados Unidos está dispuesto a implementar más sanciones contra Nicaragua.

Estas medidas podrían intensificarse debido a las acciones del gobierno nicaragüense que “socavan la democracia” y su “preocupante relación con Rusia”.

La designación de Nicaragua como un país de preocupación surge a raíz de la persecución del clero por parte del gobierno, una situación que se ha agravado desde el estallido de una crisis política en 2018.

Desde entonces, al menos 18 religiosos, incluidos dos obispos y tres seminaristas, han sido detenidos. El caso más emblemático es el del obispo Rolando Álvarez, quien ha sido condenado a 26 años de prisión y despojado de su nacionalidad.

Jacobstein condenó la “continua e injusta detención” del obispo Álvarez y reiteró el llamado de Estados Unidos para su liberación inmediata y sin condiciones.

Además, reveló que Estados Unidos mantiene conversaciones privadas con Nicaragua, insistiendo en que la liberación del obispo y otros religiosos recae exclusivamente en manos del dictador Ortega y su cruel pareja y vicepresidenta Murillo.

La situación en Nicaragua no solo afecta a la Iglesia Católica, sino también a las comunidades evangélicas.

En los últimos dos años, unas 265 asociaciones vinculadas a la Iglesia evangélica han sido clausuradas, y 11 misioneros religiosos evangélicos permanecen encarcelados bajo acusaciones de lavado de dinero.

La decisión del régimen acusado de crímenes de mesa humanidad, de cortar relaciones con el Vaticano, hace aproximadamente 10 meses, ha aislado aún más al país y evidencia la intolerancia y persecución contra la Iglesia Católica y sus seguidores.

Esta creciente tensión refleja la preocupación mundial por la situación de la libertad religiosa en Nicaragua bajo el régimen de Ortega y Murillo, a quienes el papa ha calificado de “desequilibrados” y una dictadura grosera con lo peor del nazismo y el comunismo. 

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