EEUU ratifica que seguirá vigilando y presionando a la dictadura de Nicaragua

El embajador de Estados Unidos ante la OEA dijo que su país sigue vigilante al régimen de Ortega y la constante violación a los derechos humanos.

Pese a que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo sacó a Nicaragua del foro de la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Estados Unidos anunció que seguirá vigilando la situación del país y evaluando constantemente nuevas medidas de presión o sanciones.

En entrevista a La Voz de América, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Francisco Mora, advirtió que Washington seguirá ejerciendo presión política y diplomática contra la dictadura sandinista.

“Lo que quiere Managua es que nos olvidemos de ellos, ya que no están en la OEA y nosotros no vamos a hacer eso. Hay un compromiso por parte de una gran mayoría de miembros”, del Consejo Permanente del foro, dijo Mora a la Voz de América.

Este mes la OEA aprobó una resolución que dio por finalizado un grupo especial de trabajo de 12 países, que se creó sobre Nicaragua a partir del inicio de la represión estatal en 2018.

 

Tras un poco más de 5 años de ejercicio, el grupo fue sustituido por un foro voluntario liderado por Chile y Canadá, para seguir monitoreando y denunciando los crímenes de la dictadura sandinista.

“Este grupo voluntario va a vigilar y llamar la atención, y trabajar con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que sigamos trabajando en Nicaragua”, detalló el embajador Mora.

“Algunos miembros pensaron que bueno, ya Nicaragua no es miembro y no tenemos potestad dentro del Consejo Permanente de darle seguimiento… entonces trabajamos un proceso de negociación y llegamos a ese resultado”, explicó.

La decisión colegiada de la OEA generó la rabia y los insultos de la vicedictadora Rosario Murillo, acostumbrada a ofender a los demás países y gobierno.

Murillo, sancionada por Estados Unidos y Europa por la violación de derechos humanos, calificó a la OEA de “basurero de la historia”.

Para Mora, la reacción visceral de Murillo evidencia su frustración y es un “reconocimiento de que a ellos les afecta, le duele el aislamiento internacional”.

El embajador admitió que las resoluciones de la OEA funcionan como una medida de presión diplomática de Estados Unidos desde el foro, pero que aparte de ello su gobierno sigue de cerca vigilando las acciones represivas de la dictadura y valorando otras medidas coercitivas como sanciones y restricciones. 

Mora reconoció que estas resoluciones funcionan como una medida de presión, sin embargo, la OEA “no tiene las herramientas más allá de la Carta Democrática Interamericana” y otras medidas diplomáticas para “realmente sancionar a Nicaragua”.

Mora expresó que Estados Unidos está constantemente analizando cómo “mejorar o cómo seguir presionando diplomáticamente, económica a Nicaragua para que respete y para que no se convierta en una plataforma para la migración hacia Estados Unidos”.

Los temas que siguen siendo prioritarios para el gobierno estadounidense en cuanto a Nicaragua, según Mora, son la “falta de un Estado de derecho, las violaciones sistemáticas de derechos humanos y la migración”.

La Casa Blanca ha acusado a Nicaragua como plataforma para la migración irregular a Estados Unidos, por lo cual ha impuesto sanciones y restricciones internacionales a aerolíneas y empresarios de transporte aéreo que promueven vuelos chárter al país centroamericano.

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