La embajadora estadounidense en Tegucigalpa, Laura Dogu, se sumó a las voces críticas de la propuesta oficialista de reformar la constitución hondureña para crear un Tribunal Constitucional.
“Creo que hay una Constitución y siempre el país debería de trabajar según la ley que ya hay en el sistema”, dijo Dogu ante preguntas de los medios de comunicación
Dogu destacó la necesidad de “trabajar dentro del sistema jurídico existente”, en lugar de “proponer cambios radicales”.
Sin embargo, mencionó que en Honduras “se han alzado las voces de la preocupación” por este tribunal, reflejando “la importancia y sensibilidad del tema” en el país.
El pasado miércoles, el presidente del Congreso Nacional de Honduras, Lus Redondo, presentó una petición de reforma legal para la creación de un Tribunal Constitucional, que según él interpretaría y aplicaría la ley respetando en su sentencias el principio de la supremacía constitucional.
Esas funciones son actualmente de la Sala de los Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Ante las declaraciones de Dogu, el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, indicó que “lo que diga me tiene sin cuidado, yo no acepto injerencias, ni tampoco me meto en los asuntos que están haciendo en su país, yo si soy respetuoso, así que no voy a opinar al respecto”.
Los tres principales partidos opositores de Honduras creen que ese Tribunal Constitucional sería un instrumento político del gobierno de Xiomara Castro y su partido Libre.
La propuesta del legislador busca reformar los artículos 302, 313 y 316 de la Constitución de la República.
Según el artículo 373 de la Constitución de la República, aprobar una reforma constitucional requiere 86 votos y una ratificación, que deberá efectuarse en la siguiente legislatura con igual cantidad de votos. De manera que el partido Libre no tendría los votos para la iniciativa. El oficialismo y sus aliados suman solo 63 legisladores.