La red 5G se vuelve una batalla geopolítica en Costa Rica y China la va perdiendo

Tendido de red 5G pone en jaque las relaciones diplomáticas entre la República Popular China y el pequeño país centroamericano

San José, Costa Rica. El desarrollo de la red 5G en Costa Rica ha desencadenado una disputa diplomática entre Estados Unidos y la República Popular China, poniendo de manifiesto una lucha global por el dominio de las telecomunicaciones y la ciberseguridad, con implicaciones de largo alcance para la tecnología y la soberanía de América Latina.

Washington no se tomado para nada a la ligera el pretendido avance chino en Costa Rica, una reacción que en comparación al resto de países centroamericanos que han doblado rey ante Pekín, luce desproporcionada.

¿A Estados Unidos le importa más Costa Rica que el resto de los países de la región en su relación con China?

Las acciones estadounidenses parecen responder que si: la Casa Blanca no ha mostrado tanto colmillo a los chinos en el resto del istmo a como si lo ha hecho en San José.

Razones de Estados Unidos

¿Las razones? Washington ha apostado su seguridad tecnológica y sus necesidades de componentes electrónicos a Costa Rica, pequeño país al que los medios especializados empiezan a nombrar como el nuevo Silicon Valley tropical.

Estados Unidos ha apostado una inversión de miles de millones de dólares para el desarrollo de chips en Costa Rica, dentro de la ley de desarrollo tecnológico que busca reducir la dependencia americana de los procesadores asiáticos.

La intromisión de Washington en las relaciones China-Costa Rica, ha provocado el roce diplomático de mayor desafío para Pekín en América latina, según el politólogo nicaragüense Félix Maradiaga, lo que evidencia su tesis de que para el gigante asiático Costa Rica representa la joya de su corona en la conquista diplomática en Centroamérica y que los otros países aliados, como Nicaragua, son “los socios baratos de China”.

Disputa reciente e intensa

La disputa por el dominio de las tecnologías en Costa Rica es reciente, pero intensa.

Desde el último semestre de 2023, se ha hecho pública una pugna en la adquisición de la tecnología 5G en Costa Rica debido a las restricciones impuestas por el gobierno costarricense a las empresas chinas.

Estas restricciones excluyen a empresas que no se han adherido al Convenio de Budapest sobre Ciberdelincuencia, incluyendo a empresas chinas, bajo la premisa de que ponen en riesgo la ciberseguridad del país, tal y como lo expresó textualmente el presidente Rodrigo Chaves, luego de que Estados Unidos manifestara su preocupación por las sospechas de espionaje chino a las comunicaciones internacionales a través de sus sistemas en internet.

Chaves y su ministra de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, Paula Bogantes, han justificado sus medidas en la defensa de la seguridad nacional e incluso con críticas hacia China, país con el que Costa Rica estableció relaciones diplomáticas en 2007.

“El país donde está basado Huawei no tiene un régimen jurídico sólido para prevenir el espionaje. El país donde está basado Huawei obliga a las empresas a pasarle al Estado chino toda la información que pueda requerir. Esto no es contra Huawei, es por nuestra seguridad nacional”, manifestó el presidente Chaves en diciembre pasado.

Sus declaraciones fueron como música para Estados Unidos.

“Artillería” diplomática de EE.UU.

Funcionarios estadounidenses de peso, como Anne Neuberger (Asesora Adjunta de Seguridad Nacional para Ciberespacio y Tecnologías Emergentes), Nathaniel Fick (Embajador Especial para Ciberespacio y Política Digital), el secretario de Estado y la jefa del Comando Sur, Laura Richardson han emitido declaraciones de rechazo a la participación de China en el desarrollo de la red de quinta generación en Costa Rica y reiterado la disposición norteamericana para estrechar cooperación con San José.

La oferta de ayuda no cae mal en la actual coyuntura social de Costa Rica: el país enfrenta una ola de violencia e influencia nociva de los carteles del crimen organizado, un asunto y territorio en el cual Estados Unidos es ducho en ofrecer asistencia directa, tecnología de punta, comunicación estratégica y cooperación activa en operaciones conjuntas, tal y como lo analiza un ex diplomático nicaragüense en San José.

La Embajada de China en Costa Rica ha defendido las operaciones globales de las empresas de telecomunicaciones chinas, alegando cumplimiento de las leyes del mercado y la competencia leal.

Además, han negado cualquier directiva gubernamental para recopilar datos de usuarios o propiedad intelectual de otras naciones.

El presidente costarricense Rodrigo Chaves con la delegación estadounidense que llegó a apoyar su visión del 5G.

Historia del conflicto

En agosto de 2023, el presidente Chaves decretó una regulación que exige que los contendientes por contratos 5G provengan de países signatarios del Convenio de Budapest.

Esta estipulación descalificó a China y a sus gigantes de las telecomunicaciones, como Huawei, de licitar en proyectos 5G en Costa Rica.

La embajada asiática en San José ripostó con amenazas de “revisión” de los acuerdos comerciales a la luz de su alianza comercial y diplomática con Costa Rica y apeló la decisión presidencial a través de sus empresas y de políticos de izquierda costarricense que hacen lobby a favor del gigante asiático.

Huawei es una empresa china líder en el desarrollo de infraestructura de telecomunicaciones, y su exclusión se interpretó como una señal de alineación con las preocupaciones de seguridad de Estados Unidos.

China expresó su descontento por esta medida y consideró que afectaba las relaciones bilaterales.

La embajada china en Costa Rica defendió la integridad de Huawei y cuestionó las razones detrás de la exclusión, a la vez que movía sus hilos en auto-defensa.

La suspensión del reglamento por parte del Tribunal Contencioso Administrativo, a la espera de un examen exhaustivo, añade otra capa al drama que se está desarrollando.

Ante la llegada de la delegación estadounidense, la embajada china en San José reaccionó con un comunicado elevado de tono.

Estados Unidos avanza en la disputa

Estados Unidos no ha perdido tiempo y se ha lanzado a la guerra digital por desplazar a China de Costa Rica.

En la semana más reciente, Anne Neuberger (Asesora Adjunta de Seguridad Nacional para Ciberespacio y Tecnologías Emergentes) y Nathaniel Fick (Embajador Especial para Ciberespacio y Política Digital), llegaron a San José a agregar sal a la herida china y endulzar las relaciones ticas-gringas.

El pasado 11 de abril, Estados Unidos firmó con Costa Rica un acuerdo denominado “Cooperación en Economía Digital”, centrado en el despliegue tecnológico y de telecomunicaciones de Washington en el país centroamericano y viceversa.

El acuerdo abarca áreas que van desde mejorar la conectividad digital y garantizar la ciberseguridad; hasta apoyar la innovación en nuestras economías digitales

Según la declaración conjunta, ambos países se comprometen a “fomentar una infraestructura digital abierta, interoperable, confiable y segura en Costa Rica”.

Esto incluye la apertura de la tecnología 5G, pero va más allá y ya habla de las futuras 6G.

También abarca el desarrollo de la economía digital a través de asociaciones público-privadas y la cooperación internacional en cuestiones digitales.

Puntualmente se pactó:

Una antena 5G del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Estados Unidas celebra, China reclama

Los funcionarios, en declaraciones a la prensa nacional, insistieron en la falta de seguridad de los sistemas chinos de tecnología, lo cual nuevamente provocó la reacción de la embajada china en San José mediante un comunicado de tono desafiante que pone en riesgo el delicado equilibrio diplomático.

Tras la firma del acuerdo Estados Unidos-Costa Rica, la embajada china de San José emitió un comunicado en el que califica como “puras mentiras” las declaraciones de Neuberger y Fick.

“Las empresas de telecomunicaciones de China operan en países de todo el mundo, incluyendo Costa Rica, en estricta conformidad con las leyes del mercado y el principio de competencia leal. El Gobierno chino nunca ha pedido a ninguna empresa ni ha utilizado los servicios de telecomunicaciones para obtener datos de usuarios o propiedad intelectual clave de otros países”, indicó el comunicado de la embajada.

La sede diplomática dijo que Costa Rica es un socio estratégico en Centroamérica y que apoya las relaciones con otros países, pero expresó que se opone a “la intervención de una tercera parte en las relaciones China-Costa Rica” y que “rechaza el trato injusto y discriminatorio contra China”.

 

Dolor y desafío en el tono diplomático chino

“Para salvaguardar su propia hegemonía y sus intereses económicos, Estados Unidos no cesa de generalizar el concepto de seguridad nacional. Realiza durante largo tiempo ciberataques, vigilancia y escuchas telefónicas a gran escala, de manera organizada y sin distinción a gobiernos, empresas e individuos extranjeros, incluso a sus aliados”, denunció la embajada China.

“La parte china valora altamente las relaciones amistosas con Costa Rica, y ve en Costa Rica un socio estratégico en Centroamérica. Nunca ha perjudicado la seguridad nacional de Costa Rica ni la privacidad de sus ciudadanos. China está dispuesta a desplegar la cooperación mutuamente beneficiosa sobre la base de respeto a la voluntad de Costa Rica, las leyes locales, las reglas del mercado y las prácticas internacionales, en aras de promover el desarrollo económico y social de Costa Rica”, dijo la sede diplomática.

¿Los narcos inclinan la balanza?

Analistas costarricenses creen que esa posibilidad es cercana, pero no antes de que China agote sus estrategias de lucha de sus intereses en los terrenos administrativos y judiciales.

“Es probable que esto se vaya a tribunales, pero eso no quita que hay una presión geopolítica”, analiza Constantino Urcuyo, profesor emérito de política internacional en la Universidad de Costa Rica (UCR) y autor del libro China y Estados Unidos: geopolítica y estrategia en el siglo XXI.

De igual modo lo piensa un exdiplomático nicaragüense radicado en San José, quien pide condición de anonimato para no interferir en los asuntos internos de Costa Rica: “China no se va ir sin pelear. Costa Rica significa mucho para su prestigio y sus intereses en América Latina, mucho más que cualquier otro socio en la región”.

“Lo que a mi criterio inclina la balanza de Costa Rica a favor de la Casa Blanca, es el tema de la inseguridad con el tema del crimen organizado. San José depende del poderío militar y tecnológico de Estados Unidos para librar esa lucha y es un territorio donde China no va a competir”, razona.

Para él, el futuro de las relaciones entre China y Costa Rica dependerá de cómo se maneje esta controversia por parte de Estados Unidos, el socio de mayor peso económico para San José y el más esencial para enfrentar el principal y gran problema que los costarricenses quieren liquidar: el crimen organizado.

 

 

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