La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y el gobierno estadounidense condenaron la noche del miércoles la decisión de la dictadura Ortega-Murillo de retirar de la nacionalidad nicaragüense a 94 opositores a los que también confiscará sus bienes.
“Alarma la información que estamos recibiendo sobre la decisión arbitraria del Estado de declarar traidoras a la patria a 94 personas sin siquiera un juicio, de despojarlas de su nacionalidad y patrimonio, y declararlas prófugas de la justicia”, dijo la OACNUDH.
Con la medida ya suman 316 los opositores nicaragüenses que han sufrido el despojo de su nacionalidad. El pasado jueves, el dictador Daniel Ortega anunció que despojaba de su nacionalidad a 222 presos políticos recién liberados y desterrados a Estados Unidos.
El Alto Comisionado condenó “de la manera más enérgica esta nueva ola de violaciones a los Derechos Humanos” y llamó al Estado nicaragüense “a cesar de inmediato la persecución y represalia contra defensores de Derechos Humanos y voces disidentes, y restituirles todos sus derechos y libertades”.
Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense para las Américas, el subsecretario Brian A. Nichols, expresó su condena a la medida.
“Condenamos las acciones de hoy del gobierno de Nicaragua de quitarle la nacionalidad a otros 94 ciudadanos nicaragüenses. Este acto deplorable aleja más a los nicaragüenses de la democracia que se merecen”, escribió Nichols en Twitter.
La dictadura Ortega-Murillo anunció el retiro de la nacionalidad a 94 opositores entre los que figuran los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, el obispo católico Silvio Báez, los defensores de Derechos Humanos Vilma Núñez, Gonzalo Carrión y Álvaro Leiva, además de periodistas, líderes políticos, campesinos, ambientalistas y analistas políticos.