Viceministro salvadoreño llama “maricón” y “borracho” al prófugo expresidente Mauricio Funes

El expresidente le llamó “exconvicto” y “maleante”, el viceministro de Agricultura le respondió diciéndole que las drogas y el alcohol lo tienen loco.

El viceministro de Agricultura de El Salvador, Óscar Domínguez, llamó “maricón” y “borracho” al expresidente Mauricio Funes, en un pleito desatado en redes sociales despúes que el exmandatario publicó en su cuenta en X una foto del funcionario acompañada del calificativo exconvicto.

El post detonante lo compartió Funes, prófugo de la justicia y contra quien hay 2 condenas carcelarias por corrupción y negociaciones con pandilleros durante su gobierno (2009-2014), a las 11:41 de la noche del miércoles.

Poco más de 8 horas después, Domínguez, retomó su mensaje y arremetió con señalamientos y fuertes calificativos en su contra.

https://twitter.com/oscardomsv/status/1727690545114349889

“El alcohol, las drogas y el delirio de persecución por todos los actos de corrupción que has hecho te tienen muy mal de la cabeza”, le respondió el viceministro.

“Yo si tuve el valor de ir a los juzgados y que un colegiado de 3 jueces me declarara inocente. Y no como vos, semejante maricón que te fuiste huyendo”, agregó.

Domínguez, un diseñador gráfico, fue arrestado en 2015 acusado de ser parte de una célula de trolls y de haber clonado sitios web de La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, dos periódicos  conservadores y ligados a la derecha empresarial y política de El Salvador. Sin embargo, fue declarado inocente de los cargos. El troll center fue ligado al actual presidente, el popular Nayib Bukele, por entonces alcalde de San Salvador.

Domínguez dijo además que Funes dejó en el Ministerio de Agricultura, mafias que ya fueron desmontadas y que hay avisos formales de estos actos de “corrupción” en la Fiscalía General.

“Hasta pronto, muy pronto”, remató su extenso mensaje en el que como se acostumbra en redes sociales, utilizó diferentes emojis, sobre todo de carcajadas.

Mauricio Funes, acusado de desfalcar al Estado con $351 millones, vive asilado en Nicaragua, protegido por la dictadura de Daniel Ortega que le concedió, de manera exprés, la nacionalidad nicaragüense, para evitar ser extraditado a El Salvador.

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