Otro sacerdote arrestado en Nicaragua como parte de la persecución religiosa

Este viernes fue detenido por la policía el padre Danny García, párroco en Muy Muy, Matagalpa. La casa parroquial fue sitiada desde la noche del jueves.

La policía nicaragüense mantiene sitiada la casa parroquial de San Juan Bautista, en Muy Muy, Matagalpa, antes del arresto del sacerdote Danny García.

La persecución contra la Iglesia Católica en Nicaragua se profundiza con la detención del padre Danny García, detenido este 16 de agosto. Es el párroco de la Iglesia San Juan Bautista en Muy Muy, Matagalpa.

De acuerdo a los reportes, fue capturado por la Policía, como parte de la creciente campaña de represión religiosa.

Martha Patricia Molina, abogada y defensora de derechos humanos, advirtió que la detención del padre García es sólo el comienzo de una serie de arrestos previstos contra al menos otros 10 sacerdotes.

Según Molina, estos religiosos podrían ser desterrados al Vaticano, en un esfuerzo del régimen por silenciar la voz crítica de la Iglesia.

La casa cural del padre García fue asediada antes de su arresto. Imágenes difundidas en redes sociales muestran una patrulla de la Policía vigilando el lugar desde la noche del 15 de agosto, en lo que se percibe como una operación coordinada para capturar al sacerdote.

La situación de la Iglesia Católica en Nicaragua ha ido empeorando desde el estallido social de abril de 2018. Según el informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?”, elaborado por Molina, la Iglesia ha sido blanco de 870 agresiones documentadas hasta julio de 2024.

Estas agresiones incluyen 245 salidas forzadas del país, 72 mensajes de odio, 56 profanaciones, y 39 robos, entre otros ataques.

Desde abril de 2018, más de 245 miembros del clero, incluyendo sacerdotes, obispos, religiosas y seminaristas, han abandonado Nicaragua debido a la presión y amenazas del régimen. De estos, 46 han sido específicamente desterrados al Vaticano, lo que refleja la gravedad de la persecución.

La Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF) ha clasificado a Nicaragua desde 2022 entre los países con la peor persecución religiosa a nivel global.

La USCIRF subraya que en 2023 las condiciones de libertad religiosa en Nicaragua se han deteriorado considerablemente, con un aumento en los arrestos, encarcelamientos y expulsiones arbitrarias de clérigos católicos.

El paradero del padre Danny García sigue siendo desconocido, lo que aumenta la preocupación sobre su seguridad y el futuro de la Iglesia en Nicaragua. Esta última detención subraya la continua escalada de la represión contra la Iglesia, en un país donde más del 23% del clero ha sido afectado por las políticas del régimen Ortega-Murillo.

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