Con Mulino como presidente de Panamá, ¿qué pasará con Ricardo Martinelli?

El futuro de Ricardo Martinelli, quien hasta el momento ha burlado la prisión, es incierto. Su amigo y excompañero de fórmula, Raúl Mulino, quien asume la presidencia este lunes, ha insistido en que no se meterá en el caso. ¿Lo cumplirá?

El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, luce muy cómodo burlando la justicia de su país y desde su refugio, la embajada de Nicaragua, se sigue tomando el tiempo para bromear ahora que la brisa política soplaría más fuerte a su favor: este lunes compartió una foto más junto a su perro, en un confortable sillón, junto a la cual aseguró que disfruta viendo la transmisión de la toma de posesión de los diputados de la Asamblea Nacional.

Mulino está condenado a 10 años y medio de prisión por corrupción y alegando inocencia, pidió asilo político a la dictadura nicaragüense para evitar la cárcel.

“Viéndolo junto con el asilado Bruno el cambio de mando en la asamblea nacional donde la alianza gubernamental y sus aliados elegirá a la licenciada Dana Castañeda del Partido Realizando Metas como presidenta de la Asamblea Nacional”, publicó.

Realizando Metas es su partido, por el que probablemente hubiera ganado las presidenciales del 5 de mayo y hoy estuviera por asumir el Ejecutivo nuevamente. Pero su condena penal se lo impidió y recurrió a su plan B, su compañero de fórmula, José Raúl Mulino, quien a la postre se convirtió en el ganador.

Mulino, de 65 años, amigo de Martinelli, uno de sus exfuncionarios (2009-2014), tiene ahora la delicada situación de favorecer o enviar a la prisión a su padrino político.

El exgobernante no ha podido salir de la embajada de Nicaragua porque el Estado de Panamá le negó el salvoconducto para viajar al país que dictatorialmente gobierna Daniel Ortega y donde otros expresidentes corruptos, o acusados de malversación de fondos, han encontrado refugio, como Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador.

Mulino ha dicho que “hay fórmulas legales, judiciales, yo vi y reitero, el juicio de New Business fue una perfecta barbaridad jurídico-procesal”.

Ese caso es por el que Martinelli fue sentenciado. Aunque también aseguró que no meterá sus manos en los temas judiciales. Y el de su padrino es uno de ellos.

El acaudalado empresario, quien según la justicia de Panamá desvió millonarios fondos del estado para comprarse una casa editora (por eso el nombre del caso, New business), está refugiado desde inicios de febrero en la sede diplomática, desde donde suele opinar vía redes sociales.

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