Denuncian espionaje del presidente Chaves a sus funcionarios en Costa Rica

El polémico presidente Rodrigo Chaves ordenó, de acuerdo una investigación periodística, intervenir los teléfonos de sus funcionarios, para revisar si hacían filtraciones de información.

Apenas 2 días después de asumir la presidencia de Costa Rica, Rodrigo Chaves mostró una faceta controvertida al solicitar a la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) revisar los teléfonos de varios ministros y funcionarios de Casa Presidencial, según una investigación del diario La Nación. 

Este acto, nacido de la sospecha de filtraciones, marcó el inicio de un gobierno caracterizado por arrebatos y una relación tensa con la prensa y la oposición.

El 10 de mayo de 2022, un molesto Chaves, tras recibir un mensaje, pidió la intervención de la DIS en un acto que la exministra de Comunicación, Patricia Navarro, describió como intimidante y sin precedentes.

Esta solicitud de revisión de dispositivos, según Navarro, se realizó bajo la premisa de una filtración de información durante una reunión sobre la vacunación contra la covid-19.

El mandatario, conocido por su estilo chabacano y confrontativo, ha acumulado denuncias por su gestión y supuestos actos de corrupción y abusos administrativos contra instituciones y funcionarios, lo cual ha llevado a la renuncia de decenas de personas que rechazan la altanería presidencial. 

Su forma de gobernar ha generado preocupación en varios sectores, especialmente en la relación con los medios de comunicación, lo cual ha llevado incluso a querellas judiciales del presidente contra varios medios y directores de medios de comunicación.

En un intento por controlar la narrativa, de acuerdo con la investigación, se reveló que el gobierno intentó ocultar una orden de suspender la publicidad estatal en ciertos medios y evitar entrevistas con periodistas específicos, considerados críticos al régimen de Chaves.

Este enfoque autoritario y de censura contrasta marcadamente con las expectativas democráticas de Costa Rica, un país que ha sido considerado modelo en el juego democrático y republicano.

La filtración de un mensaje de WhatsApp, enviado por Navarro a un grupo de jerarcas, destapó una red de intrigas y sospechas dentro de la administración de Chaves, publicadas ampliamente por La Nación, lo cual llevó al mandatario a acusar penalmente a ese diario.

La respuesta del presidente a esta situación fue calificada por Navarro y otros testigos como desproporcionada y hasta abusiva.

En una reunión efectuada el 15 de julio de 2022, grabada y proporcionada por Navarro, se muestra un intento desesperado por identificar al responsable de las filtraciones.

En esta reunión, funcionarios, incluido Jorge Rodríguez Vives, entonces director de Prensa, discutieron sobre el clima de desconfianza y vigilancia impuesto por Chaves.

El enfoque del presidente hacia la prensa y su propio equipo ha sido cuestionado por otros poderes y organizaciones fiscalizadoras.

La requisa de la DIS y las amenazas de tomar medidas similares en el futuro reflejan un patrón de comportamiento que ha generado alarma entre la sociedad costarricense.

La oposición y varios sectores de la sociedad han expresado su preocupación por estas acciones, que consideran un atentado contra las libertades fundamentales.

La exministra Navarro, quien facilitó los audios y detalles de estas reuniones, ha sido una voz crítica en este escenario, describiendo un ambiente de miedo y represión pocas veces visto en la administración pública.

Sus revelaciones han dado una visión inédita de la administración de Chaves, mostrando un líder volátil y a menudo irracional en su trato con colaboradores y medios de comunicación.

En un país conocido por su estabilidad política y respeto a la libertad de prensa, la administración de Chaves representa un cambio preocupante que ha llevado incluso al Colegio de Periodistas a emitir comunicados denunciando las campañas sucias desde redes sociales de cuentas de troles a favor del gobierno.

La búsqueda de quién filtró la información, así como las declaraciones agresivas hacia su propio equipo, revelan una dinámica interna marcada por el miedo y la desconfianza.

El caso de la revisión de teléfonos por la DIS, la censura a medios específicos y la tensión con la prensa han sido episodios que han marcado la presidencia de Chaves, quien acuñó la frase “prensa canalla” y ha tomado acciones para afectar los ingresos publicitarios estatales contra los medios críticos como Teletica, La Nación, CRHoy y otros.

Estos hechos, sumados a las acusaciones de corrupción y abusos administrativos, ponen en entredicho la promesa de transparencia y eficiencia que llevó a Chaves al poder en 2022.

Mientras Costa Rica enfrenta desafíos sociales significativos, sobre todo en el área de seguridad ciudadana por el violento accionar los carteles, la gestión de Chaves y su relación con la prensa y la oposición continúan siendo puntos de controversia y preocupación entre otros poderes e instituciones autónomas.

La situación pone de manifiesto la importancia de la libertad de expresión y el respeto a los derechos humanos como pilares de la democracia, ha señalado en editoriales y por medio de sus páginas de opinión el diario La Nación, el principal medio crítico de los abusos de Chaves.

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