Dictadores de Nicaragua provocan burlas en redes sociales por confundir el español con el inglés

Daniel Ortega confesó que no le entra al inglés. Su mujer, Rosario Murillo, que no mira. Al final, el libro al que querían leer como parte de un discurso no estaba en idioma extranjero sino en español. Cositas de dictadores.

El silencio impuesto con cárcel y exilio por la dictadura de Nicaragua a la mayoría de la población no impide que las redes sociales exploten con memes, burlas y bromas ante cada discurso de la pareja dictatorial, Daniel Ortega y Rosario Murillo. Esta vez, fue por la ignorancia de ambos sujetos ante el idioma inglés.

Ortega, balbuceante y divagante como suele serlo en sus extensos discursos, lisonjeaba por enésima vez la figura del guerrillero Carlos Fonseca Amador, muerto hace 47 años y considerado por la dictadura sandinista como un “héroe nacional”.

El dictador, nunca destacado como figura intelectual en los círculos políticos nicaragüenses y menos en los internacionales, sostenía un libro en la mano y quería citar una referencia al guerrillero, quien murió queriendo derrocar por las armas a otra dictadura familiar (la de los Somoza).

Quizás por problemas en la vista y porque no usa lentes para leer, pese a sus casi 78 años, el dictador no entendió lo escrito y se justificó diciendo “esto está en inglés y yo al inglés no le entro, nunca le quise entrar al inglés, nunca le pude entrar al inglés”.

La Juventud Sandinista, seleccionada estrictamente por el régimen para hacer coro y aplaudir a la pareja dictatorial, estalló en aplausos ante la justificación de Ortega por el idioma. Quizás lo interpretaron como un acto de rebeldía contra el “imperio”,  como califican a Estados Unidos, país a donde han ido a parar miles de simpatizantes del régimen que han huido de la dictadura.

Ortega se auxilió en Murillo, quien goza de inmerecida fama de “políglota”, aunque ya tuvo su momento de fama y memes cuando en 2018 quiso expresarse en inglés ante unos periodistas internacionales, pero lo hizo tan mal, que generó una lluvia de burlas.

Murillo, igual con problemas de la vista a sus 72 años, aunque sí usa lentes, no pudo leer la cita y justificó “es que no veo, no veo, está muy chiquita la letra”, pero se percató, con mucho esfuerzo, que el libro estaba en español.

Ya para entonces la Juventud Sandinista había dejado de aplaudir y los jóvenes fanáticos del régimen se reían apenas conteniendo las carcajadas, ante los incómodos momentos de la vetusta pareja de dictadores, atornillados en el poder desde 2007.

Donde no hubo manera de contener la risa, fue en las redes sociales y se burlaron de tal manera que el nombre de dictador generó tendencia en X, antes Twitter, con memes y burlas de todo calibre.

Entre los múltiples apodos y alias de Ortega aparte de Moclín (violador de niñas) y Koma-andante (viejo comatoso), se destaca el de “El  Bachi” (bachiller), ya que nunca coronó una carrera universitaria pese a haber iniciado a estudiar derecho en la Universidad Centroamericana, Alma Mater que confiscó en agosto de año.

 

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