La dictadura de Nicaragua anunció este miércoles que ha otorgado asilo político al expresidente panameño, Ricardo Martinelli, condenado a 10 años de prisión por un sonado caso de corrupción que lo descalificó de la contienda electoral en la que aspiraba volver al poder.
Martineli pidió asilo en la embajada nicaragüense en Panamá, según un comunicado de la cancillería orteguista “por considerarse perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo inminente su vida, integridad física y seguridad”.
El expresidente panameño buscaba ser candidato presidencial en las elecciones del 5 de mayo próximo pero la Corte Suprema de Panamá confirmó la semana pasada la condena a 10 años y seis meses de prisión contra Martinelli por el sonado caso “New Business” en el que desvío fondos del erario público para comprar un consorcio de medios de comunicación. Con ello quedó descalificado de la contienda.
Además, Martinelli un acaudalado empresario que gobernó Panamá de 2009 a 2014, deberá pagar una multa de $19.2 millones por blanqueo de capitales en el caso New Business.
Martinelli era candidato presidencial por el partido Realizando Metas (RM). Su compañero de fórmula es José Raúl Mulino, quien fue su ministro de Seguridad Pública y quien en una encuesta reciente apareció con menos del 10% de preferencias.
La dictadura orteguista solicitó al gobierno panameño “brindar las seguridades para la pronta salida y traslado humanitario del asilado a territorio de Nicaragua”.
Dos de los hijos de Martinelli también son procesados en casos de corrupción y ya cumplieron sentencias en Estados Unidos por lavado de dinero. Estados Unidos ha vetado el ingreso de Martinelli y su familia a su territorio por considerarlo un personaje corrupto.
La dictadura de Ortega también ha otorgado asilo a dos expresidentes salvadoreños condenados por corrupción, los miembros del FMLN, Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) y Mauricio Funes (2009-2014), ambos además recibieron la nacionalidad nicaragüense de manera expresa para impedir su extradición a El Salvador y enfrentar la justicia.
Además, la dictadura nicaragüense ha otorgado asilo a varios exfuncionarios corruptos de Honduras, Guatemala y países sudamericanos.