El sorpresivo invitado político de Guatemala, Bernardo Arévalo

Nadie lo vio venir y se coló hasta donde quiso, a la segunda vuelta presidencial. ¿Quién es Bernardo Arévalo? Un diputado, un filósofo, que promete guerra a la corrupción.

Cuando el jueves pasado, el día que se conoció la última encuesta sobre las intenciones de votos presidenciales en Guatemala, muchos dijeron que en este país siempre hay que esperar sorpresas, nadie tenía en mente que el invitado inesperado sería Bernardo Arévalo, el diputado que corría por el Movimiento Semilla.

Hoy, pocas horas después del cierre de las votaciones y con prácticamente todo escrutado, Arévalo, el político que dice ser socialdemócrata, está donde quizá ni él mismo esperaba, trazando estrategias para una segunda vuelta prevista para el 20 de agosto.

Tras una campaña electoral que, en términos generales, fue de subes y bajas, este político de 66 años logró capitalizar varios factores que le favorecieron: la expulsión de Carlos Pineda, el favorito en su momento; una clase política tradicional que no logra despertar interés en los jóvenes (hubo más votos nulos, por ejemplo, que los válidos a favor de Sandra Torres, quien fue la que más apoyos recibió en la elección), y un ausentismo elevado (del 40%).

Doctor en filosofía y antropólogo, con estudios en Israel, este hombre de 66 años sin hacer ruido se volvió el factor disruptivo en unas elecciones que muchísimos daban por seguro el resultado, un balotaje entre Torres, de la UNE, y Edmond Mulet, de Cabal. Pero el veterano político quedó relegado a un quinto lugar con apenas 6.7% de los votos. 

Arévalo ha sido vicecanciller (1994-1995) y embajador en España (1995-1996). Su padre, Juan José Arévalo, fue presidente (1945-1951), por lo que la política la trae en la sangre.

Promete, ante todo, luchar contra la corrupción, a la que considera el primer gran problema de Guatemala y del que se derivan los demás.

Además, ofrece generar un millón de empleos, hacer pactos por la salud y la educación, buscan consensos y hacer una política de Estado y no de gobierno.

Se llama Karín Larissa Herrera, es química biológa, con estudios en política y sociología. Tiene 55 años y dice estar comprometida con un verdadero cambio para Guatemala.

El partido que representa es relativamente nuevo, surgido de las protestas populares de 2015 en contra del condenado expresidente Otto Pérez Molina.

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